El grupo Bayer anunció ayer que cerró un acuerdo para comprar Monsanto por 66 mil millones de dólares. El grupo alemán le pagó a la multinacional de herbicidas e ingeniería genética de semillas estadounidense un valor de 128 dólares por acción. Bayern y Monsanto fusionados tendrán un volumen de negocios anual de 25.800 millones de dólares y una plantilla de 140 mil empleados. Bayern comunicó que “la transacción aúna dos actividades diferentes, pero fuertemente complementarias”. Calificado de “matrimonio infernal” por sus detractores, la perspectiva de esta unión entre Monsanto y Bayer generó fuertes críticas en Alemania, un país cuya sociedad se opone mayoritariamente a los transgénicos. Los ecologistas critican en particular los pesticidas de Monsanto como el glifosato, cuestionado incluso por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que lo catalogó como “probablemente cancerígeno para los humanos”. Se espera que este acercamiento, que ambos grupos quieren terminar de cerrar antes de 2017, aumente su beneficio bruto de explotación en 1500 millones de dólares al cabo de tres años.