La actividad económica cayó 2,6 por ciento en agosto respecto del mismo mes del año pasado. Así lo informó ayer el Indec. Precisó que el retroceso en lo que va del año fue del 2,3 por ciento, en tanto que hubo una suba del 0,2 por ciento respecto de julio. El segundo semestre, pese a las promesas del equipo económico, sigue mostrando un fuerte deterioro de la producción y el consumo en el mercado interno. La industria manufacturera, la construcción y el comercio minorista fueron algunos de los sectores con peor performance en el año, mientras que el complejo agropecuario y el sistema financiero (bancos) embolsó fuertes beneficios. Las tensiones económicas se reflejaron en la pérdida de puestos de trabajo, con ramas como la edificación que anotaron pérdida de más de 50 mil trabajadores registrados en los últimos doce meses.

La construcción marcó en agosto, según datos del Indec, un retroceso interanual de 3,7 por ciento. Los despachos de los principales insumos para el sector también anotaron marcado retroceso, con bajas del 15,3 por ciento en hierro redondo para hormigón, 10,9 por ciento en ladrillos huecos y 1,5 por ciento en revestimientos cerámicos.

A diferencia de este desempeño, los despachos de cemento portland registraron un alza del 6,8 por ciento. El Gobierno festejó este indicador como el “primer brote verde” de la economía y aseguró que se replicaría en los próximos meses. Sin embargo, la cámara que agrupa a las constructoras afirmó que la suba de la venta de cemento en agosto fue por efectos estadísticos que se asociaron con días hábiles y lluvias. En efecto, en septiembre se marcó una contracción del 11,5 por ciento, acumulando en el año caídas que no se observaban desde la crisis de 2002.

La construcción, en tanto, registró 371.888 empleos formales en agosto, contra 422.379 en el mismo mes del año pasado, lo que equivale a un recorte de personal de 50.491 trabajadores (-12,0 por ciento). La cifra no contempla el empleo de los no registrados, quienes sufren las mayores consecuencias ante episodios de contracción de la economía como el presente.

La industria manufacturera es otra de las actividades que atraviesa una crisis de producción y empleo. En agosto, el nivel de actividad bajó 5,7 por ciento frente al mismo mes de 2015, según datos del Indec. La Unión Industrial Argentina, a su vez, computó que el retroceso en el sector fue del 6,6 por ciento, una de los peores registros interanuales en lo que va de 2016. Se deterioró particularmente la producción siderúrgica; también cayeron fuerte papel y cartón, autos y bienes de capital. El único rubro que creció fue sustancias y productos químicos, por los agroquímicos.

El sector siderúrgico, insignia de la industria pesada, bajó en agosto un 25,2 por ciento interanual a raíz de la merma del 27,5 por ciento en la producción de acero, la mayor caída desde febrero de 2013. La Cámara del Acero explicó esta situación por “la menor demanda de los sectores que utilizan el acero como un insumo clave para su producción, el complejo contexto internacional con un exceso de oferta, y los programas de mantenimiento extraordinario que llevan adelante algunas empresas del sector para recambiar motores en algunas líneas de producción”. Además, la producción de hierro cayó 46,4 por ciento; los laminados en caliente un 44,9; laminados en frío, 52,7 y aluminio, 11,2 por ciento.

El bloque automotor, mientras tanto, marcó una disminución del 8,5 por ciento, con lo que anotó doce meses de caídas. Las exportaciones a Brasil bajaron un 41 por ciento frente a agosto de 2015, de modo que sólo el 25 por ciento de los autos de producción nacional se enviaron al país vecino, cuando hace un año ese ratio era del 40 por ciento.