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El grupo español Telefónica, a través de su subsidiaria Telefónica Móviles, adquirió las filiales latinoamericanas de la estadounidense BellSouth, activos valuados en 5850 millones de dólares. En Argentina esto significará que los celulares de Movicom serán operados por la firma ibérica; que aquí se mueve con la firma Unifón, en lo que constituye un nuevo paso en la concentración del oligopolizado mercado local. La nueva empresa sumará 3,3 millones de clientes.
Con la multimillonaria operación el capital español consolida su presencia en América Latina. Y lo hace agregando 10,5 millones de clientes a través del cien por cien de las participaciones de BellSouth en Argentina, Chile, Perú, Venezuela, Colombia, Ecuador, Uruguay, Guatemala, Nicaragua y Panamá. De esta manera, Telefónica se convertirá en la única empresa de telefonía celular que operará en todos los mercados claves de la región alcanzando un total de 41 millones de abonados en 14 países. Esta cifra representa el 35 por ciento del total de América latina, una de las áreas donde, por su baja penetración de celulares, se augura un fuerte crecimiento en el mediano plazo.
En Argentina, Telefónica Móviles contaba ya con 1,8 millón de clientes, la adquisición de Movicóm significará convertirse en líder con 3,3 millones de usuarios. Lo mismo sucederá en Chile, donde gestiona 2,7 millones y con la operación superará 3,6 millones. La firma española es también proveedora del servicio celular en Brasil a través de Vivo, un emprendimiento conjunto con Portugal Telecom, con 20,6 millones de clientes.
El presidente de la firma española, César Alierta, expresó en Madrid que el acuerdo “se inscribe en la política de crecimiento rentable de la Compañía, crea valor para el accionista e incorpora un nuevo mercado potencial de cerca de 90 millones de nuevos clientes para el Grupo”.
Telefónica era ya el primer operador latinoamericano de telefonía fija, ahora también lo será en telefonía móvil. A nivel global, los clientes serán 62,5 millones, lo que sitúa a la empresa como uno de las cuatro firmas de celulares más importantes del mundo.
La firma adquirente adelantó que la operación involucrará una transferencia de activos por 5850 millones de dólares, los que se financiarán con la generación de caja de la empresa y con nueva deuda. BellSouth, por su parte, informó en un comunicado que por la venta recibirá ingresos en efectivo por 4200 millones de dólares, los que se reducirán a 1900 millones después de impuestos.
Telefónica informó que a pesar de los montos involucrados en la operación no será afectada la distribución de dividendos, pero en muchos mercados las acciones de la empresa se desplomaron. En Chile, por ejemplo, la cotización fue suspendida luego de caer más del 12 por ciento en apenas 10 minutos tras la apertura del mercado.
Asimismo, luego de conocerse la compra, la calificadora de riesgo crediticio Standard & Poor’s colocó las notas de Telefónica en “vigilancia negativa”. Según S&P la compra de las filiales de Bellsouth genera “inquietudes acerca del efecto potencial de la adquisición sobre los negocios” del grupo español. Adicionalmente, el aumento del riesgo tiene en cuenta “los perfiles de riesgo” de la empresa debido a “los riesgos políticos, financieros y económicos” de operar en Latinoamérica.
Aunque la buena nueva para los consumidores locales no es una respuesta a los avatares del mercado argentino, sino un emergente de la estrategia global de las empresas –la conjunción de la voluntad de Telefónica de consolidarse en América latina y de Bellsouth de retrotraerse a su mercado de origen–, lo concreto es que la promesa de mayor competencia a partir de la demorada desregulación del mercado está lejos de ser cumplida. La nueva realidad para los usuarios argentinos no es más que la pérdida de un actor en un mercado ologopolizado donde las firmas no compiten por precio.