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Telmex, la empresa de telecomunicaciones del multimillonario mexicano Carlos Slim, le acaba de ganar otra batalla a Telefónica de España. Ayer anunció el arribo a un acuerdo definitivo con MCI de Estados Unidos (perteneciente a WorldCom) para adquirirle su participación dominante en la firma brasileña Embratel por 360 millones de dólares. Pocas semanas atrás, Telmex había dado otro importante paso estratégico al quedarse con todas las operaciones latinoamericanas de AT&T, inmediatamente después de lo cual Telefónica había contraatacado adquiriendo los negocios latinoamericanos de Bell South. Un alto directivo de Telmex señaló ayer que la compra de Embratel no agota el interés de la empresa mexicana por Latinoamérica.
Para poder acceder a Embratel, Telmex tuvo que vencer a dos grupos. Uno de ellos, con participación de Telefónica (junto a Telemar y Brasil Telecom). El otro es un fuerte fondo de pensión conformado por directivos y funcionarios de Embratel. Telmex ya tenía presencia en Brasil a través de su operadora América Móviles.
En esta avanzada del grupo mexicano sobre América latina, Telmex había disputado el año pasado precisamente con Embratel la filial latinoamericana de AT&T, obteniéndola cuando ya la operación parecía cerrada en favor de la brasileña. Dicha adquisición significó también su ingreso en Colombia, Chile, Perú y Argentina. Aquí ya opera en transmisión de datos e internet para empresas a través de Techtel (asociada al grupo Techint), no descartando una fusión para unificar sus diferentes servicios.
A su vez, la compra de la porción latinoamericana de Bell South por Telefónica le representó a la empresa española ubicarse en el cuarto lugar en el mundo por número de clientes de telefonía móvil, al llegar a 65 millones de usuarios (41,1 millones corresponden a Latinoamérica). A través de Bell South, Telefónica extendió sus operaciones en Argentina (Movicom), Chile, Perú y Centroamérica, e ingresó por primera vez a Venezuela, Colombia, Ecuador y Uruguay. Hasta entonces, América Móviles (grupo Slim) era considerada la mayor compañía de servicios inalámbricos en América latina, con 37,6 millones de abonados.
“Seguramente, la competencia fuerte entre los dos es lo mejor que puede pasarles a los usuarios”, apuntó Elías Ayub, directivo de Telmex. Además de las autoridades brasileñas, la operación entre MCI y Telmex deberá ser aprobada por los tribunales comerciales estadounidenses, en los que la empresa de WorldCom tiene abierto un proceso de quiebra.