EL MUNDO › BLAIR INTENTA MINIMIZAR EL CISMA CON MADRID
Paños fríos en Gran Bretaña
Por Marcelo Justo
Página/12
en Gran Bretaña
Desde Londres
El primer ministro Tony Blair felicitó telefónicamente al presidente electo del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero por su victoria y acordó que ambos se reunirían en persona cuando el socialista asumiera su puesto. La oficina del premier guardaba anoche un hermético silencio sobre la conversación de 15 minutos a la que calificó de “cálida y amistosa”. En un intento de minimizar el impacto negativo que podría tener el resultado electoral español, su portavoz señaló que las diferencias entre ambos son conocidas y cada uno “tiene derecho a sus propias opiniones”.
La única grieta en la coraza oficial fue señalar que Zapatero había hablado en condicional al señalar que retiraría las tropas si no había cambios para el 30 de junio. “Estamos en Irak porque queremos cambios. Este es un momento crucial. El primer ministro ha dejado en claro los progresos realizados”, indicó la oficina del primer ministro. Por su parte, el canciller Jack Straw aseguró que ambos partidos pertenecen a la Internacional Socialista y, por lo tanto, tienen mucho en común. El canciller obvió que Rodríguez Zapatero condenó la guerra y ayer por la mañana dijo que “Bush y Blair tienen que hacerse una autocrítica”. En la oficina del primer ministro dijeron “no comment” sobre si Tony Blair expresó algo de esa autocrítica en la conversación que sostuvieron al mediodía.
Lo cierto es que con José María Aznar, Blair pierde un aliado no sólo en relación a Irak sino también en Europa. España compartía con el gobierno laborista la perspectiva de una Unión Europea firmemente aliada a Estados Unidos, a diferencia del eje Alemania-Francia, que buscan posicionar a la Unión como contrapeso del poder hegemónico estadounidense. En un punto, sin embargo, Blair y el nuevo jefe del gobierno español tienen una coincidencia objetiva: la necesidad de combatir juntos la posibilidad de nuevos atentados.
Ayer, el vespertino Evening Standard señaló que la policía británica estaba interrogando a Abu Qatada, descripto como el “embajador de Osama bin Laden” en Europa y considerado un elemento clave de la red terrorista en el viejo continente. El clérigo musulmán, detenido en la cárcel de alta seguridad de Belmarch, en el sur de Londres, estaría conectado con tres de los cinco sospechosos arrestados en España por el atentado del jueves pasado. Uno de estos tres sospechosos tenía relación directa con Imad Eddin Barakat Yarkas, jefe de Al-Qaida en España, quien visitó 20 veces Gran Bretaña y sostuvo reuniones con Qatada. La policía británica intenta averiguar qué otros contactos tuvo Qatada con los arrestados en España.
Ayer las sospechas de esta conexión “británica” intensificaron el estado de alerta en que se encuentra la capital inglesa. El metro de Londres apareció empapelado con grandes anuncios de advertencia al público para que se mantenga alerta sobre posibles “paquetes sospechosos” abandonados en los vagones. En el anuncio de la Policía Metropolitana, titulado “terrorismo, ayúdenos a vencerlo”, una mujer mira una bolsa abandonada bajo un cartel que se pregunta en grandes letras, “¿de quién es esa bolsa?”. El consejo policial es: “No la toque, verifique con otros pasajeros, informe al personal de la estación o llame al 999”.