ECONOMíA › EL GOBIERNO POSTERGO EN 48 HORAS EL ANUNCIO DE LAS RETENCIONES
Pagar pagan, falta definir cuánto
En medio de la presión de lobbies empresarios y cargando con sus propias dudas, el Gobierno decidirá entre hoy y mañana los porcentajes de impuesto que aplicará a cada rubro exportable. Los que más incidieron en los aumentos de precios serán los más castigados.
Pasó la Semana Santa y no hubo anuncios. Eduardo Duhalde decidió ayer en una reunión con Jorge Remes Lenicov y otros miembros del gabinete que las medidas se darán a conocer mañana. Para disimular la demora, generada por las vacilaciones del Gobierno frente a las presiones de empresarios y gobernadores, los voceros oficiales dijeron que el Presidente lanzará un paquete de medidas “económicas y sociales”, con un sentido “integral”. Lo cierto es que la intención del Poder Ejecutivo de aumentar las retenciones a las exportaciones provocó la reacción de los sectores involucrados en pos de voltear o al menos disminuir las subas. Esa presión llevó a Duhalde a repetir lo que ya es un rasgo de su gestión: sentarse a negociar antes de resolver nada.
Hace una semana que en el Palacio de Hacienda se resolvió incrementar las retenciones para atender las urgencias fiscales y atacar la escalada de precios internos. La misión del FMI que desde ayer comenzó a aterrizar en Buenos Aires viene con el reclamo de esa suba. Remes Lenicov se lo dijo a Duhalde el último jueves para convencerlo de la medida. Según cuentan funcionarios con llegada a la Casa Rosada, en aquella reunión Duhalde quiso saber con qué argumentos podía defenderse de los lobbistas de los sectores afectados que seguramente empezarían a acosarlo. Remes Lenicov se centró entonces en explicaciones de carácter fiscal.
El jefe del Palacio de Hacienda tuvo que rever luego la estrategia ante la protesta de Duhalde: ni empresarios ni gobernadores admitían que razones fiscales se antepusieran a la necesidad de recuperar rápidamente la producción. Y el Presidente no sabía muy bien cómo rebatirlos. Una respuesta posible era que las retenciones se utilizan usualmente en países que aplican maxidevaluaciones para equilibrar, aunque sea en parte, la fabulosa redistribución del ingreso en favor de los exportadores y en contra de los asalariados. Pero a este gobierno no le gusta poner las cosas en esos términos. Remes Lenicov habló entonces del tema precios, logrando sintonizar mejor con el reclamo de Duhalde. Las retenciones sirven para amortiguar el aumento de los precios internos (ver aparte). Duhalde podrá decir que se controlará la inflación gracias a esa suba.
De hecho, para el discurso del Presidente de mañana, en Economía se prepara un informe con el impacto que la medida tendrá en cuatro rubros: aceites, harinas, carnes y aluminio. Todos ellos deberían pagar retenciones del 20 por ciento. El mismo nivel quedaría para un amplio segmento de productos agropecuarios. Los bienes industriales, en tanto, pagarían el 10 por ciento. Pero en ambos casos, habría aranceles diferenciados para productos con alto valor agregado y aquellos que tengan una alta incidencia en las economías regionales. Como ejemplos se daban los sectores del calzado, la miel y los limones. “Las retenciones no van a aumentarse en general, sino que se van a establecer porcentaje específicos producto por producto”, dijeron en el Palacio de Hacienda.
Los fondos recaudados se destinarán parcialmente al programa de subsidios de 150 pesos para jefes de familia desocupados. Se trata del plan que había anunciado Duhalde cuando dijo hace dos semanas que elevaría el poder adquisitivo de los sectores de menores ingresos en un 40 por ciento. Para pulir la mecánica del subsidio estuvieron en la reunión de ayer el ministro de Trabajo, Alfredo Atanasof, y el vicejefe de Gabinete, Juan Pablo Cafiero. Sin embargo, Remes Lenicov insistió en que sólo una parte de los recursos obtenidos podrán destinarse a ese programa, mientras que el grueso de la recaudación irá a cubrir las necesidades fiscales. Eso es lo que dirá el ministro a la misión del FMI para demostrar que es posible cumplir con la meta de déficit que figura en el Presupuesto.