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El industrial medio hoy en Argentina supone que su actividad continuará en ascenso durante el trimestre en curso, pero a un ritmo más lento que el que traía. También asegura que no necesitará recurrir al sistema bancario para financiar sus inversiones, sino que más bien las cubrirá con recursos propios. El personal ocupado es suficiente, lo mismo que la capacidad instalada. Así surge de la encuesta cualitativa industrial que realizó el Indec entre un conjunto de compañías para medir las expectativas empresarias. Las comparaciones son para el tercer trimestre respecto de igual período de 2003. La conclusión es que persiste el optimismo, con una demanda interna que seguirá creciendo paso a paso y con exportaciones que empezarían a subir un poquito más rápido.
En todas las respuestas, son mayoría quienes esperan una continuidad de la tendencia iniciada en la segunda mitad de 2002 sin grandes saltos. Pero después ganan los que dicen que la mejora se profundizará a quienes se preparan para lo contrario. Por ejemplo, el 52,3 por ciento de los encuestados considera que sus exportaciones no variarán respecto al tercer trimestre del año pasado, mientras que el 35,8 anticipa una suba y el 11,9 una disminución. Lo mismo ocurre ante la pregunta de si cree que habrá cambios en la demanda interna: el 61,4 por ciento dice que seguirá igual, el 30,0 proyecta una suba y el 8,6, una disminución.
Si bien el esquema se repite en cuanto a las expectativas de incorporación de personal y de cantidad de horas trabajadas, se achican las proporciones de optimistas y pesimistas. El 17,4 por ciento prevé un aumento en la dotación de personal, contra un 4,3 que estima que deberá achicarla. Respecto de las horas trabajadas, la diferencia es 23,5 a 10,3, respectivamente. Es decir, la industria seguiría sumando operarios. Entre marzo y junio, el aumento del personal en el sector fabril fue del 9,4 por ciento contra igual lapso del año pasado, y del 1,6 respecto del primer trimestre.
Un dato interesante tiene que ver con las inversiones: más de la mitad de los industriales afirma que está invirtiendo o que lo hará en breve, lo que viene a desmentir un discurso muy repetido en los últimos tiempos, incluso por Roberto Lavagna, y es que en razón de la protesta social los empresarios no arriesgarían capital para incrementar su capacidad productiva. Esto mismo dijo a fines del año pasado el presidente de la Unión Industrial, Alberto Alvarez Gaiani. Sin embargo, el 23,5 por ciento de los empresarios encarará este trimestre nuevas inversiones, en tanto que el 33,8 seguirá con la ejecución de las ya iniciadas. En relación con cómo serán financiadas, el 41,9 afirma que lo hará con recursos propios, mientras que el 34,2 recurrirá a los bancos.