ECONOMíA › EL BANCO CENTRAL CULPO A LA VULNERABILIDAD DEL CORRALITO POR LA SUBA
El dólar se desperezó y pegó un susto
Sea por la presión de las compras de los “fugados” del corralito, o por la falta de oferta de la exportación, el Banco Central cedió y ajustó en 12 centavos, a 2,90 pesos, el precio de venta del dólar. Las casas de cambio ofrecían a 3 pesos. Dispondrán nuevas restricciones a las compras. El BCRA confía en que el lunes abrirá en baja.
Por Claudio Zlotnik
Hacia el final de la tarde, con el dólar entre 2,90 y 3 pesos –según se tratara del mercado que opera “por cuenta y orden del Central” o el libre–, en la City se preguntaban si habrá llegado el final de la tranquilidad en el mercado cambiario que se vivió en las últimas dos semanas. En el Banco Central adjudicaron la suba a la vulnerabilidad del corralito. Según estimaciones que hicieron en la entidad monetaria, del corralito salen 100 millones de pesos diarios. Son fondos que, principalmente, se destinan a la compra de dólares. En el BCRA tomarán medidas para intentar enfriar el mercado: subirán las tasas de interés y aumentarán el volumen de Letras a licitarse. También se mantendrá la operatoria “por cuenta y orden” del Central, pero únicamente para los individuos.
Para evitar que el dólar se disparara, el BCRA vendió ayer 32 millones de dólares, convirtiéndose en la mayor suma ofrecida en un sólo día de las últimas dos semanas. En los últimos tres días, las reservas del BC cayeron en 60 millones de dólares por abastecer al mercado cambiario. A última hora, el Central logró comprarle 6,5 millones de dólares a Repsol-YPF y otros 4,5 millones a distintos bancos a 2,85 pesos por dólar. Al final, el dólar mayorista cerró en 2,85/2,88, tras haber rozado un pico de 2,90. Este suave retroceso hizo pensar a los funcionarios que la cotización abrirá hacia abajo cuando se reanuden las operaciones, pasado mañana. Anteayer, el dólar “por cuenta y orden” había cerrado a 2,78 pesos, por lo cual la suba resultó de 12 centavos, un 4,3 por ciento.
–¿Están dispuestos a seguir vendiendo reservas para mantener a raya el tipo de cambio? –preguntó Página/12 a Aldo Pignanelli, vicepresidente del Central.
–Nosotros pensamos intervenir en los momentos complicados con la idea de recuperar las reservas más adelante, tal como nos pasó ayer al final de la operatoria –contestó el funcionario con cierto optimismo.
Como suele ocurrir cuando sube el dólar, volvieron las filas a las casas de cambio. Para evitar la espera, hubo compradores que aceptaron pagar hasta 3,05 pesos por dólar en el “mercado libre”. En la entidad monetaria reconocen que el valor del dólar depende de diversas variables. Pero al mismo tiempo señalan que “se van a tomar las medidas correctivas que sean necesarias para mantener la cotización”, apuntó Pignanelli.
- La principal preocupación es la fuga de depósitos del corralito. En los primeros cinco días hábiles del mes se fueron 1100 millones de pesos. Y más del 40 por ciento de ese total corresponde a amparos judiciales exitosos. El vicepresidente del BC estimó que son 100 millones diarios. Al respecto, las fichas del equipo económico están puestas en un decreto que saldría publicado en el Boletín Oficial pasado mañana. En la norma se establecerá que todos los plazos fijos reprogramados podrán canjearse por bonos (en pesos o en dólares) a 5 o 10 años de plazo. La esperanza de los funcionarios es que, en base a lo ocurrido con el plan Bonex de 1989, la Corte Suprema establezca que el corralito es constitucional.
Hasta que llegue esa definición, en Economía y en el Central buscan una solución intermedia: que el máximo tribunal ordene ponerle fin al drenaje de dinero avalando que en los amparos se embarguen los fondos, pero que el ahorrista se vea impedido de llevarse el dinero. De esa manera, se entusiasman en el Gobierno, se descomprimiría el mercado cambiario. Fuentes oficiales manifestaron a este diario que este dictamen de la Corte podría salir el próximo martes.
- Para financiar la fuga de depósitos, el BC ya emitió 4700 millones de pesos este año, sobrepasándose a la pauta del Presupuesto de 3500 millones para todo el año. El peligro es que esta expansión monetaria termine en una espiral inflacionaria y en una fuerte alza del dólar. Frente a esta perspectiva, en Economía ya estudian modificar el CER, por el cual se ajustan las deudas bancarias. “Vamos a esperar hasta julio para definir untope. Lo estamos analizando. La gente puede dormir tranquila”, señaló a Página/12 un hombre cercano a Remes Lenicov.
- El Banco Central detectó a grupos de empleados bancarios que adquirían hasta 10 mil dólares por persona en las entidades en las cuales trabajaban. El dinero se los daba algún banco, cueva de la City o casa de cambios y el empleado pagaba el dólar al precio minorista “por cuenta y orden” del Central. Pero los billetes no eran para ellos ni para los bancos que eran intermediarios. El comprador final era un inversor que tenía el dinero en el corralito. Si iba directamente a la casa de cambio con un cheque pagaba el dólar a 3,15. De esta otra manera abonó 3,04 (2 centavos se los llevó el empleado bancario y un 10 por ciento de comisión sobre los 2,75 pesos que costaba el dólar por ventanilla fue para el intermediario y la empresa que aportó el dinero en efectivo).
- La atención también se depositó en los bancos. De los 300 millones de dólares que las entidades financieras debían vender por estar excedidas en su posición patrimonial, hasta ahora liquidaron 170 millones. Les queda sólo una semana para cumplir con la norma del Central.
- Una manera efectiva de contener al dólar fueron las continuas licitaciones de Letras del Banco Central. La última vez pagó una tasa de interés del 65 por ciento anual en pesos. Para la próxima semana se elevará la tasa, pero también el volumen ofrecido. Hasta ahora, el Central viene colocando entre 70 y 80 millones semanales en Letras. Es cierto que un alza de la tasa de interés podría calmar al mercado cambiario. Lo que también parece seguro es que esa lógica impide cualquier recuperación de la economía.