ECONOMíA › BRASIL ESTUDIA ELEVAR LA META DE SUPERAVIT FISCAL
Todo sea por evitar el default
El gobierno brasileño admitió ayer, por medio de un vocero del equipo económico, que tiene a estudio elevar la meta de superávit fiscal primario para este año en un cuarto de punto del PIB. “Por ahora son sólo estudios, que tienen que ser evaluados por el presidente”, señaló la fuente, al ser consultada por la agencia de noticias ANSA.
La consulta fue a raíz de un artículo publicado ayer por el diario Estado de Sao Paulo que menciona “al menos cuatro estudios técnicos” que circularían en el gobierno proponiendo elevar la meta de superávit primario del actual 4,25 por ciento del producto al 4,50. “El punto de partida de los estudios es el nuevo superávit primario de este año, que podría alcanzar al 4,75 por ciento del PIB”, especulaba la publicación. En el primer semestre, el excedente de ingresos sobre gasto público, antes del pago de intereses de la deuda, representó el 5,6 por ciento del producto.
José Dirceu, hombre clave en el gobierno de Lula da Silva y actualmente ministro de la Casa Civil (una suerte de jefe de Gabinete de la administración petista), había justificado la semana pasada que “la política fiscal en ejecución es más realista que el 4,25 por ciento de superávit primario; existe un superávit potencial mayor, suficiente para enfrentar la presión inflacionaria”.
Sin embargo, políticos y analistas coinciden en que no es la inflación el riesgo mayor que enfrenta el gobierno de Lula en el plano económico. El peso de la deuda pública, que asciende a 230 mil millones de dólares y cuyos vencimientos para este año ascienden a 35 mil millones, estaría obligando al gobierno a realizar un mayor esfuerzo fiscal para alejar el riesgo de default. Varios análisis económicos vienen coincidiendo en que el avance de la deuda pública en los últimos diez años ha tenido un ritmo preocupante, además retroalimentado por las altas tasas de interés.
“La cuenta no cierra porque la deuda crece más que el superávit primario; el primer semestre de este año es ejemplar: el gobierno hizo una economía equivalente al 5,59 por ciento del PBI, un record, pero la deuda costó (en intereses) el 7,65 por ciento del producto”, escribió el diario Valor Económico. Tarde o temprano, consideran los economistas del sector financiero, el gobierno de Lula estará obligado a tomar medidas para reducir costos y alargar los vencimientos de la deuda. Pero, por ahora, el equipo económico trata de eludir un planteo de reestructuración de la deuda, señaló dicho medio. “Es un tema tabú: la sola mención de palabras como solución o reestructuración puede generar desconfianza en los acreedores y encarecer la deuda”, comentó el artículo.