ECONOMíA
En octubre, los precios durmieron
El mes pasado, el índice de precios al consumidor fue del 0,4 por ciento. El rubro Ropa aumentó 3,2. Bajó la canasta básica.
El freno en el consumo evitó que se convaliden alzas de precios y la inflación regresó en octubre a los bajos niveles de los primeros meses del año. La evolución del Indice de Precios al Consumidor del Gran Buenos Aires fue del 0,4 por ciento. El indicador podría haberse reducido aun más de no haber sido por la fuerte suba estacional de la indumentaria, concretamente del rubro Ropa, que aumentó el 3,2 por ciento en el mes. Aunque Alimentos y Bebidas crecieron el 0,2 por ciento, aquellos que integran la canasta básica alimentaria redujeron sus precios el 0,4 por ciento.
Si la economía fuese mirada solamente por los números de algunos de sus principales indicadores macro, como el crecimiento y la inflación, la realidad no podría ser mejor. Son escasos los ejemplos de economías abiertas que lograron crecer a tasas altas y a la vez consiguieron mantener los precios en niveles bajos. Según el Ministerio de Economía, Argentina crecerá por encima del 7 por ciento este año y, de acuerdo al comunicado difundido ayer por el Indec, en los primeros nueve meses de este año la inflación fue de sólo el 5,2 por ciento. Un porcentaje todavía bastante lejos de las previsiones presupuestarias que la situaban en un rango de entre el 9 y el 11 por ciento. Además, la canasta básica alimentaria volvió a bajar en octubre, esta vez el 0,4 por ciento, dato estadístico que tiene el efecto mágico de reducir los índices de pobreza, pues el valor de esta canasta en relación a los ingresos de la población se utiliza para demarcar la “línea de indigencia”. Para no ser indigente un adulto necesitó en octubre 236,7 pesos.
Lo notable es que la economía argentina también se caracteriza por una estructura de formación de precios oligopólica. Cualquier mejora del poder adquisitivo de la población no tarda en trasladarse a los precios. En octubre, sin embargo, los precios se frenaron, las ventas de los supermercados cayeron y algunos estudios privados señalaron una caída del consumo global. En consecuencia, las alzas de precios que se insinuaron en su momento no fueron convalidadas por la demanda y debieron retrotraerse.
El 0,4 por ciento de suba en el nivel general estuvo compuesto por un alza de 0,6 por ciento en servicios y del 0,3 por ciento en bienes.
Los datos del Indec mostraron que sólo hubo ajustes notables en aquellos productos sometidos a un aumento estacional de la demanda, como la ropa. Estos aumentos se producen sólo al final de la cadena, en los comercios minoristas y no necesariamente en la industria, como lo revela el rubro “Accesorios y servicios para la indumentaria”, que bajó el 0,1 por ciento.
No obstante, sería un error limitar el aumento de la ropa sólo a la demanda estacional, ya que en lo que va del año acumula un alza del 10,8 por ciento, más del doble del nivel general. El efecto importaciones de Brasil no parece traducirse en lo más mínimo en los precios minoristas.
En el rubro Alimentos y Bebidas, que en los primeros diez meses del año creció un 5,6 por ciento, apenas por encima del nivel general, sólo tuvieron fuertes cambios en octubre los rubros vinculados a las variaciones estacionales. Mientras las frutas aumentaron el 10 por ciento, las verduras se abarataron el 9,7 por ciento. Hubo también algunos ajustes puntuales por encima de la media. En carnes, por ejemplo, el alza fue del 0,9 por ciento y en bebidas no alcohólicas, del 0,7 por ciento. En general el resto de los rubros mostró precios relativamente estables con variaciones iguales o inferiores a la media.
Siempre en octubre, los precios mayoristas se incrementaron 0,6 por ciento y en lo que va del año la suba fue del 8,3 por ciento.
En tanto, el costo de la construcción avanzó 0,8 por ciento, acumulando en los primeros 10 meses un alza del 10,8 por ciento.