EL PAíS › SUSANA RUEDA, COTITULAR DE LA CGT, HABLA DE LA GENERACION DE TRABAJO
“Crear empleo no es tema nuestro”
Dice que la creación de puestos de trabajo es un asunto de los empresarios y el Gobierno. Niega que vaya a haber protestas y sostiene que el Gobierno aumentará las asignaciones familiares.
Por Laura Vales
La CGT reunirá el próximo jueves al Comité Central Confederal, su máximo órgano deliberativo. La convocatoria fue interpretada en algunos ámbitos como un gesto de presión hacia el Gobierno: ante la demora en otorgar un aumento en las asignaciones familiares, aseguraron voceros sindicales, podrían definir una medida de reclamo. Susana Rueda lo desmintió: dijo que está convencida de que el Ejecutivo dará el aumento. La cosecretaria general de la central obrera consideró que desde la reunificación han obtenido logros laborales. Y opinó que la creación de puestos de trabajo no es un tema de la CGT. “La generación de empleo es una cuestión del Estado y de los empresarios, nosotros más que aportar ideas no podemos hacer.”
–En las últimas semanas se mencionó que la CGT podría convocar a una marcha a Plaza de Mayo por las asignaciones familiares.
–No, nunca lo hemos discutido. Es más, ayer tuvimos una reunión del consejo directivo de la CGT y el tema no se planteó. Por como se están dando las conversaciones creemos que el anuncio es una cuestión de días.
–Durante esas negociaciones, el Ministerio de Economía planteó que podría dar una asignación extra a fin de año, pero se opuso a otorgar un aumento permanente.
–Nosotros consideramos que tiene que ser permanente, porque es la única forma de aumentar el poder adquisitivo. A lo mejor se puede obtener también algún adicional especial para fin de año en otro rubro que el de las asignaciones familiares. Creemos que en existen fondos para aumentarlas, porque la recaudación fiscal aumentó y también aumentaron los aportes y contribuciones para el salario familiar.
–Cuando usted asumió la dirección de la CGT junto a Moyano y Lingeri le pidieron al Presidente que impulsara la discusión salarial. ¿Qué balance hacen de lo que siguió en estos cuatro meses?
–Es un balance positivo porque varios de los temas que planteamos han sido resueltos. Por ejemplo el aumento en las jubilaciones y pensiones, más allá de que no nos satisfaga completamente, marca una redistribución. Solicitamos la convocatoria al Consejo del empleo, la productividad y el salario, que se convocó y aumentó el salario mínimo vital y móvil en 100 pesos. En el mismo sentido valoramos que algunas ideas que hemos estado aportando hayan sido tomadas, como el replanteo del Plan Familias, que tiene que ver con que se proteja a las madres desocupadas mientras justifiquen que sus hijos sigan yendo a la escuela. Es decir que en estos cuatro meses hemos estado aportando ideas que a lo mejor no modificaron en forma directa el salario, pero que al dinamizar el consumo y al luchar contra la pobreza van favoreciendo la posibilidad de una mejor vida social para los trabajadores.
–En ese mismo lapso, el número de presos por participar en reclamos sociales, muchos de ellos por trabajo, llegó a cuarenta. ¿La CGT tiene una postura sobre el tema?
–En realidad, desconozco que existan, no tengo casos precisos de detenciones por actividad política o social.
–Los detenidos de Caleta Olivia reclamaban trabajo genuino. Los vendedores ambulantes arrestados en la Legislatura planteaban que el Código de Convivencia limitaría sus posibilidades de trabajar.
–Claro, pero hubo agresiones, no es una detención por una protesta política. Yo no conozco si son responsables o no; ése es un tema que le compete a la Justicia. Pienso que estamos en un gobierno democrático, viviendo una etapa de la democracia que tenemos que fortalecer entre todos los argentinos y una forma de fortalecerla es respetar el accionar de la Justicia. Creo que la protesta social normalmente es provocada por las políticas que se implementaron y por lo tanto la protesta es legítima, pero los medios, por ahí, pueden no serlo. La violencia nunca es el camino para resolver las cuestiones de la protesta.
–¿Qué va a hacer la CGT con los desocupados? Al asumir, anunciaron que se preocuparían por el tema.
–Seguimos preocupados y seguimos trabajando, porque en la mesa de todos los trabajadores hay un desocupado o un jubilado a quien no le alcanza lo que cobra. Como le decía, nosotros hemos incidido en el Plan Familias y ése es un tema que tiene que ver con los desocupados. Estamos tratando también de propiciar que desde el sector empresario se adopte con mayor vehemencia la responsabilidad social de generar empleo. Este es un tema que seguimos trabajando todos los días.
–¿En qué ámbito concreto lo están trabajando?
–En todos. Estamos trabajando con políticas en el Ministerio de Educación por los sectores que demandan empleo y no encuentran recurso humano capacitado, estamos haciendo programas de capacitación de grandes cantidades de trabajadores, trabajamos con el Ministerio de Desarrollo Social y con el de Salud. El tema es que la generación de empleo es una cuestión del capital, de la inversión, y por lo tanto de las políticas de Estado y de los empresarios.
–¿No es un tema de la CGT?
–No, porque la CGT más que aportar ideas no puede hacer.
–¿Cómo va su relación con Moyano?
–Digamos que igual.
–¿No mejoró?
–No, no. Cada uno tiene una visión diferente, prácticas políticas distintas y, bueno, esto lleva a que tengamos confrontaciones y debates. Pero pienso que eso fue lo que eligió el congreso cuando nos eligió a los tres. Si hubiera existido la unidad, hubiera habido un solo secretario general. Somos tres porque todavía es necesario construir ese camino, que nadie dijo que fuera fácil.
–¿Por qué no fue a la última reunión de Moyano y Lingeri con Kirchner?
–Porque no me avisaron. Por eso al día siguiente el Presidente me llamó y nos reunimos.
–Tampoco estuvo en varias reuniones del consejo directivo de la CGT.
–Falté a una porque estaba en México, cumpliendo funciones de mi organización, y después no estuve en otra reunión justamente porque me llamó el Presidente, entonces avisé que no iba porque me reunía con él.
–Cuando le hacen estos vacíos, ¿piensa en renunciar?
–No, porque más allá de las dificultades tengo un mandato de los trabajadores argentinos. Pienso que la situación del país sigue siendo complicada, difícil, que en peor situación están quienes no tienen empleo o no tienen la posibilidad de estudiar. Yo no podría retirarme sin dar la batalla.
–¿Qué comparte con Moyano?
–Comparto la lucha por los trabajadores y el interés por que el sindicalismo sea la opción por la pobreza y la lucha por los más pobres.
–¿Qué la distingue de él?
–Los métodos y la historia que tenemos cada uno.
–¿Cómo es su relación con Armando Cavalieri? Dicen que fue uno de sus impulsores.
–Sí. Es una relación muy buena, excelente.
–¿Es cierto que presentó una denuncia por sentirse discriminada?
–Sí, una denuncia en el Ministerio de Trabajo por la conformación del Consejo del empleo, la productividad y el salario, porque no se respetó el cupo sindical femenino.
–¿Avanzó esa denuncia?
–No, hasta ahora el ministerio no lo resolvió y ahora voy a seguir el trámite que corresponde, que es el recurso jerárquico ante el presidente de la Nación.
–¿Se ve a sí misma haciéndole un paro a Kirchner?
–En caso de que fuera necesario, sí. En este momento puedo decirle que no, porque la tendencia sigue siendo a la redistribución de la riqueza. Pero si sigue pasando el tiempo y no hay cambios sustanciales en el modelo de acumulación de la riqueza de nuestro país, realmente nosotros vamos a empezar a decir que tenemos que volver a pensar cómo construimos una sociedad más equitativa e igualitaria. Si el Presidente cambia el rumbo que está tomando hasta ahora, probablemente tengamos que hacerlo. Las medidas de fuerza dependen de la situación, del momento, de las circunstancias y el tema.