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El titular de la CTA, Víctor De Gennaro, criticó ayer al gobierno por la falta de continuidad en la convocatoria al Consejo del Salario Mínimo, mesa de discusión salarial que en principio debía reunirse mensualmente, pero que está en letargo desde hace 5 meses. Mañana, en tanto, se darán a conocer los datos oficiales de la inflación de marzo. Para el gobierno no será sorpresa que los precios minoristas registren una suba en torno al 1,2 por ciento, mientras que algunos analistas aventuran hasta 1,5 por ciento. Cualquiera sea el resultado, la inflación crece al doble del ritmo esperado y define un nuevo escenario para la puja distributiva.
Luego de los sucesivos decretos presidenciales que durante el 2004 mejoraron los salarios, la clase empresaria parece dispuesta a recuperar el terreno perdido por la vía de los precios. Esta es la visión del presidente Néstor Kirchner, quien en un discurso reciente sostuvo que algunas industrias “siguen aumentando los precios sobre sus costos, lo que deriva en el aumento de sus rentabilidades”. El Presidente hacía referencia a un trabajo de la Universidad Argentina de la Empresa (UADE) que mostró cómo los costos industriales habían crecido por debajo de los precios de los productos terminados.
Esto ocurre en una economía que está lejos de encontrarse en una situación de inflación estructural. No existen cláusulas indexatorias en los contratos y el tipo de cambio se encuentra estable y con tendencia a la revaluación. Sin embargo, los precios suben de todos modos y revelan una práctica sistémica de los márgenes de ganancia. La estrategia del gobierno fue, hasta ahora, contrarrestar los aumentos puntualmente allí donde surjan. Sin embargo, desde los ministerios de Economía y de Trabajo también se intentaría evitar la existencia de estas “prácticas indexatorias” en los salarios.
De Gennaro anunció que en respuesta a esta situación la CTA se movilizará en todo el país para demandar, entre otros puntos, la convocatoria al consejo del salario. Para el titular de la central sindical, a la que el gobierno se niega a reconocer la personería gremial, el Consejo “es una institución que debería funcionar todos los meses convocada por el ministro de Trabajo (Carlos Tomada) y no se convoca”. Según el dirigente, esto se debería a que el Poder Ejecutivo “no quiere discutir democráticamente las relaciones laborales”. “Se habla de reuniones (entre la UIA y la CGT), pero arriba de la mesa no se plantean los números”, afirmó. La CTA, a la que se le volvió a negar personería gremial, demanda un salario mínimo de 750 pesos y asignaciones familiares de 60 pesos por hijo. El Ministerio de Economía argumenta que conceder estos aumentos retroalimentaría la inflación.
En el Palacio de Hacienda, en tanto, estiman que la suba de precios minoristas de marzo no será mayor al 1,2 por ciento. Si bien la inflación acumula en un solo trimestre prácticamente la mitad de lo que se había previsto para todo el año, algunos funcionarios afirman que las subas ya fueron controladas a través de los acuerdos firmados con petroleras, empresarios de la carne y productores lácteos, entre otros. Según esta interpretación, el grueso de las subas de precios de marzo se habrían producido durante la primera quincena, antes de la vigencia de los acuerdos.
Un funcionario del Ministerio de Economía explicó que el mes pasado “no hubo subas estacionales muy grandes”, como pasó en enero con alzas en colegios, medicina privada y taxis. “Por eso, y porque los precios de los servicios continúan estables, confiamos en que la inflación no superará el 1,2 por ciento”, consideró. De confirmarse esta suba, la inflación en el primer trimestre del año rondaría el 3,7 por ciento.