ECONOMíA
La AFIP radicó una denuncia penal contra el Club River
La AFIP denunció a los directivos de River por la supuesta evasión de cuatro millones de pesos. El club saldó esa deuda a mediados de 1993, pero el organismo dice que la acción penal debe proseguir.
Por Maximiliano Montenegro
La Administración Federal de Ingresos Públicos presentó una denuncia ante la Justicia penal tributaria contra la comisión directiva del Club Atlético River Plate, que conduce José María Aguilar, por la supuesta evasión de cuatro millones de pesos. La AFIP detectó “la retención y no ingreso del impuesto a las ganancias de terceros” (jugadores) y “la erogación de los fondos para una finalidad distinta a la debida”. La denuncia fue radicada en el Juzgado Penal Tributario número 1, el 29 de noviembre pasado, por violación de la Ley Penal Tributaria, que contempla para estos casos sanciones de 2 a 6 años de prisión para los responsables. Ante la consulta de este diario, el club explicó que dicha deuda se originó por la retención de ganancias de sueldos y premios a los jugadores, con anterioridad a la asunción de Aguilar (en el 2001) y que fue saldada en julio de 2003.
Según pudo constatar este diario, efectivamente, la comisión que lidera Aguilar canceló la deuda en aquella fecha. Sin embargo, a fines del año pasado la AFIP presentó igualmente la denuncia penal, después de evaluar los informes de los funcionarios que fiscalizaron las cuentas del club. “Aunque el contribuyente pague, la acción penal continúa porque en este caso se retuvo dinero de terceros que debía depositarse en la AFIP para efectuar reformas edilicias. El pago puede actuar como atenuante para el juez, pero la maniobra constituye un agravante tipificado en la Ley Penal Tributaria”, explicó a Página/12 un funcionario del organismo recaudador. Además, aclaró que el pago por parte de River fue una respuesta a la presión fiscalizadora de la AFIP.
Un tributarista consultado por este diario explicó la maniobra: “Es como si alguien se hubiese robado dinero de otras personas y después, cercado por la policía, la devuelve. El delito no se extingue”, ejemplificó.
En concreto, se habría violado el artículo 6 de la Ley Penal Tributaria –“Retenciones y percepciones de impuestos no ingresados (al fisco) por montos superiores a los 10.000 pesos”– que prevé penas de 2 a 6 años de prisión para los responsables.
La denuncia fue presentada ante el juez Javier López Biscayar, al frente de uno de los flamantes tribunales penales tributarios, creados para dictaminar exclusivamente sobre delitos fiscales. El currículum de Biscayar no revela su simpatía futbolera. Pero muestra que cuenta con una amplia experiencia en la materia, teórica y práctica, tanto es así que en agosto de 2001 obtuvo el primer orden de méritos en el concurso convocado por el Consejo de la Magistratura para cubrir el cargo de juez en lo penal tributario.
El juez deberá determinar, primero, quiénes fueron los responsables de haber retenido el porcentaje de sueldos y premios de jugadores correspondiente al impuesto a las ganancias, y en lugar de depositarlo ante el fisco lo destinaron a obras edilicias. Los allegados a Aguilar aseguran que “fue una deuda contraída por la comisión directiva anterior a la de José María Aguilar”, que al asumir en el 2001 se encontró con una deuda de 10 millones de dólares en cheques emitidos y numerosas obligaciones impagas con el personal. La comisión anterior fue conducida por David Pintado, quien sucedió a su vez a Alfredo Davicce.
La denuncia presentada por los abogados de la AFIP no precisa los autores materiales del supuesto delito. Por ahora, la causa número 1793/2004 está caratulada “AFIP contra Responsables del Club Atlético River Plate Asociación Civil y Deportiva”, por lo que se supone que por ahora se investiga a la actual comisión directiva.
Siempre de acuerdo con Aguilar, durante el 2002 y 2003 el club dio prioridad a los pagos del personal “para seguir funcionando” y recién pudo cancelar la deuda con la AFIP con la venta al fútbol alemán del jugador Martín Demichelis en julio de 2003. Lo segundo que deberá dilucidar Biscayar es si la maniobra de apropiarse de los impuestos que los jugadores pagan a la AFIP fue urdida especialmente con la intención de engañar al fisco y priorizar así otros gastos del club en lugar de cumplir con el fisco.