ECONOMíA › PARA EL RIO-SANTANDER, CAERA DEBAJO DE 2,80
¿Ahora quién ataja al dólar?
Por Maximiliano Montenegro
En el Banco Río-Santander ven una caída del dólar en el corto plazo “como muy probable, quizás hasta algo por debajo de 2,80 pesos”, según un informe que la entidad hizo circular entre sus clientes. En el Ministerio de Economía aseguran que harán todo lo posible para evitar que el tipo de cambio perfore el piso de 2,90, con la intención de mantener la competitividad de las exportaciones. Pero admiten que la empresa no será fácil durante los próximos tres meses.
El informe del Río-Santander, firmado por el economista Juan Pablo Cabrera, plantea cuál es el dilema que enfrenta el Gobierno a la hora de cumplir con dos objetivos difíciles de compatibilizar: mantener el dólar cercano a los 3 pesos y evitar que la inflación cobre envión. En las últimas semanas, el titular del Banco Central, Martín Redrado, expresó que “el sostenimiento del tipo de cambio nominal en los actuales niveles deberá ser llevado a cabo en forma creciente por el Tesoro Nacional (a través del Banco Nación). El argumento detrás de esta decisión reside en que el programa monetario y la necesidad de controlar la inflación obligan al BCRA a intervenir en menor medida en el mercado cambiario, para no seguir estimulando el crecimiento monetario”, explica el documento.
Como es sabido, el Central compra dólares mediante la emisión de pesos (la famosa “maquinita”), mientras que el Banco Nación (por cuenta del Tesoro) los adquiere con los pesos que ya circulan por la economía y que el fisco ahorró después de pagar sus gastos (el superávit fiscal operativo).
Pero ¿hasta cuándo podrá seguir comprando dólares el Tesoro? Más aún, ¿serán suficientes sus intervenciones para evitar que el tipo de cambio se desplome? El informe del Río-Santander estima la capacidad de compra de dólares del Tesoro a partir de sus depósitos en el Banco Nación (unos 14.500 millones de pesos fines del año pasado) y de sus compromisos de pagos en dólares. Así, el Nación podría adquirir un promedio de 28 millones de dólares diarios durante el segundo trimestre del año. Sin embargo, durante este período la liquidación de exportaciones de la cosecha gruesa (cereales y oleaginosas) alcanzaría en promedio los 60 millones por día.
En otras palabras: durante los próximos tres meses la presión a la baja sobre el dólar será grande y el Nación sólo podría absorber el 45 por ciento de las ventas de los exportadores primarios. El memorando del Río concluye entonces que el Nación será en los próximos meses el principal responsable de aguantar al dólar. Pero advierte que este apoyo “es importante, pero no suficiente para sostener firmemente el tipo de cambio entre abril y mayo” y que “si el Banco Central continúa con bajos niveles actuales de intervención, para no generar presiones inflacionarias”, es muy probable una caída del dólar por debajo de 2,80.
Dentro del Gobierno conviven hoy dos posiciones respecto de este dilema. En despachos cercanos al Presidente escuchan los comentarios de economistas “heterodoxos” como Roberto Frenkel y Aldo Ferrer, que aseguran que la prioridad debería ser mantener el tipo de cambio, emitiendo pesos para comprar los dólares y desechar cualquier receta para “enfriar” la economía. Roberto Lavagna, en cambio, pareciera coquetear con la ortodoxia. En su visión, tasas de interés algo más altas, y alguna restricción en el gasto público (para aumentar el superávit con que comprar los dólares) no vendrían nada mal.