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A medida que baja la temperatura, la tensión entre los empresarios y el Gobierno va en aumento. El protagonista del conflicto es el gas. Ayer, desde la Casa Rosada salieron al cruce de los reclamos formulados por los hombres de negocios. “Están planteando una preocupación que es innecesaria. No habrá desabastecimiento de gas”, aseguró, en diálogo con Página/12, el presidente del Enargas, Fulvio Madaro. En forma paralela, el órgano de control del sector ordenó a las distribuidoras de gas natural que provean a las estaciones expendedoras de GNC la capacidad “de reserva mínima”.
Los empresarios hicieron un planteo por la posible falta de energía anteayer frente a Roberto Lavagna. El ministro les contestó que la próxima semana se anunciará un nuevo plan energético, pero no brindó detalles. Frente a las advertencias, ayer contestaron desde el Ministerio de Planificación. El titular del ente regulador señaló que “habrá un mínimo proceso de racionalización”, pero que las empresarios podrían planificar su producción con tranquilidad porque no escaseará energía. Incluso dio precisiones sobre algunas obras que estarán listas antes de que llegue el invierno, como tres compresoras –cuya construcción se adjudicó ayer– que se instalarán en Tucumán, Catamarca y Córdoba y que asegurarán el abastecimiento en las zonas fabriles de esas provincias y de Salta.
En este contexto, el ministro de Planificación, Julio De Vido, viajó a Venezuela para firmar un acuerdo energético con el gobierno de ese país y con Brasil.