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Los nuevos papeles de la deuda volvieron a tropezar. Ayer mostraron caídas de hasta 3,3 por ciento, como en el caso del Par en pesos, que terminó en 38 pesos. El Discount en pesos perdió 1 por ciento, hasta los 100 pesos. El retroceso, que estuvo acompañado por una tendencia negativa en el mercado accionario, se dio en un contexto internacional complicado, en medio de denuncias de corrupción en el gobierno brasileño.
También existió una razón financiera para explicar las caídas. Tal como comentó Página/12 la semana pasada, hay fuertes órdenes de venta de las nuevos bonos de la deuda por parte de grandes bancos y fondos de inversión internacionales. En su mayoría son instituciones de Wall Street que acumularon una ganancia promedio del 20 por ciento con los nuevos títulos, y que ahora concretan esas utilidades desprendiéndose de los bonos. Los inversores de Nueva York, que en el canje fueron grandes compradores de papeles pesificados, ahora prefieren pasarse a activos dolarizados.
La tendencia negativa se extendió al mercado accionario. El índice MerVal perdió ayer 1,3 por ciento y cayó por debajo de la barrera de los 1500 puntos: quedó en 1486. Este retroceso estuvo en línea con otros mercados emergentes. La Bolsa paulista bajó 3,1 por ciento.
En el plano cambiario, el dólar subió un centavo, a 2,91 pesos para la venta en las agencias de cambio, gracias a la intervención del Banco Central y del Banco Nación. Entre ambos adquirieron 81,5 millones de dólares, en un mercado menos ofrecido que la semana pasada. En relación con este mercado, esta tarde el BCRA volverá a absorber pesos a través de la licitación de Lebac y Nobac. En total serán 800 millones de pesos. Una cifra abultada a pesar de que hoy no hay vencimientos de títulos.