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El Gobierno reaccionó al inesperado aumento de 0,9 por ciento del costo de vida en junio con la reactivación de los acuerdos de precios con el sector privado. Para hoy está prevista una reunión con los productores lácteos, mañana habrá otro encuentro con todos los participantes de esa cadena y la próxima semana desfilarán por los despachos oficiales los representantes de los frigoríficos. Además, el Ministerio de Economía confirmó que se intentará reestablecer el convenio con los productores avícolas. Las negociaciones estarán a cargo de la Secretaría de Agricultura y del subsecretario de Política Macroeconómica, Sebastián Katz. A pesar del reconocimiento de este último funcionario de que el alza fue mayor a la prevista, Roberto Lavagna procuró llevar tranquilidad: “La inflación está en una situación de razonable control”, aseguró.
El ministro de Economía le restó trascendencia al dato de la inflación del mes pasado, aunque otros integrantes de su equipo admitieron que es una señal de alerta. Sobre todo, porque el índice de precios minoristas volvería a ubicarse este mes en torno del 1 por ciento e incluso algo más arriba, debido al incremento estacional del turismo por las vacaciones de invierno. La noticia no causó ninguna gracia en la Casa Rosada, que maldice el aumento de la inflación justo cuando se lanza la campaña de Cristina Fernández.
Aunque los funcionarios del Palacio de Hacienda sostienen que la situación está bajo control, reconocen que el peligro es que se instalen “expectativas inflacionarias” que retroalimenten el problema. “Hay que evitar que se produzca una nueva ronda de remarcaciones”, dijeron cerca de Lavagna a este diario. En parte por esa razón se apuró la renegociación de los acuerdos de precios con productores de carnes, pollos y lácteos. Es una manera de enviar una señal al resto de los agentes económicos. Pero también se trabajará sobre esos sectores porque en junio volvieron a subir sus precios.
“El pollo fue uno de los factores que explicó el aumento del rubro Carnes, que es el segundo ítem de importancia en explicar el índice general de junio, ya que representó el 10 por ciento de la suba”, precisó Katz, quien confirmó que “ya estamos conversando con los productores” avícolas. Respecto del sector lácteo, el funcionario sostuvo que “el acuerdo sigue vigente hasta septiembre”, pero “hay algunos empresarios del sector que ahora se quieren bajar”. Sin embargo, Katz advirtió que “tenemos las herramientas necesarias para inducir a los productores a cooperar”. El elemento de presión es un aumento en las retenciones a las exportaciones, que tendrían un importante impacto en una industria que vende al exterior cada vez más.
Las conversaciones con la industria láctea seguirán hoy y mañana en la Secretaría de Agricultura. Su titular, Miguel Campos, dialogó con Lavagna sobre la estrategia a seguir y ayer mismo empezó a convocar a los frigoríficos para renovar el convenio para los cortes populares de carnes rojas. El incremento estacional de la carne se da en septiembre, pero el Gobierno pretende demostrar que es capaz de detener rápido el incipiente recalentamiento de precios. Por otra parte, Katz reveló que otro rubro bajo la lupa es el de panaderías. “Si es necesario vamos a encarar negociaciones”, afirmó. También añadió que “las bebidas, en particular las aguas envasadas, tuvieron algunos aumentos que uno tiene que seguir con atención”.
El colaborador de Lavagna indicó que “la política económica tiene mucho margen de maniobra para tratar de que el proceso de reacomodamiento de precios relativos, natural en una economía en recuperación, se produzca sin afectar el entorno de baja inflación”. Por lo tanto, descartó “endurecer” la política monetaria. Entre los economistas de la city empezó a instalarse que la inflación de 2005 rondará el 11 por ciento. Lavagna, de todos modos, destacó que “la transferencia de la devaluación a precios ha sido la menor comparada con otras crisis argentinas, e incluso con las crisis que se vivieron en México y Brasil”.