EL PAíS
Una lista con varias sorpresas
para acompañar la boleta de CFK
Kirchner definió todas las candidaturas a diputados por la provincia. Hay un solo intendente y varios funcionarios.
Por Martín Piqué
Néstor Kirchner escogió a los candidatos a diputados nacionales que acompañarán a su esposa en la boleta del Frente para la Victoria. El intendente de La Matanza, Alberto Balestrini, encabezará la lista y –tras ser electo– será titular de la Cámara baja. Detrás de Balestrini se ubicarán el vicecanciller Jorge Taiana (2º), una de las sorpresas que se guardaba Kirchner; la titular del Instituto Cultural bonaerense y sobrina nieta de Evita, Cristina Alvarez Rodríguez (3º); el titular de la Anses, Sergio Massa (4º); y el subsecretario general de la Presidencia, Carlos Kunkel (5º), quien popularizó la expresión la “madre de todas las batallas” en referencia a la pelea con Eduardo Duhalde. Los elegidos responden a perfiles muy distintos: hay funcionarios del gobierno nacional y provincial, diputados, legisladores provinciales, dirigentes de organizaciones sociales y sindicales.
El resto de la grilla se completa con la senadora del Frepaso, Diana Conti (6º); el abogado laboralista de la CGT, Héctor Recalde (7º); el ex intendente de Moreno, Mariano West (8º); la directora de la Mujer de Cancillería, Juliana Di Tullio (9º); el asesor presidencial Dante Dóvena (10º), el diputado del Polo Social y de la Unión Obrera Metalúrgica, Francisco “Barba” Gutiérrez (11º); y la diputada Marcela Bianchi, ex duhaldista de Lomas de Zamora que pasó al kirchnerismo (12º).
Más atrás figura el dirigente de la CTA, Edgardo De Petris (13º); el subsecretario de Derechos Humanos de la gobernación provincial, Remo Carlotto (14º); el funcionario del Ministerio del Interior, Luis Ilarregui (15º); la rectora universitaria Laura Sesa (16º); el apoderado legal del Frente para la Victoria, Carlos “Cuto” Moreno (16º) y la rectora de la Universidad de Lanús (UNLa), Ana Jaramillo (18º). Los nombres de la lista dejaron algunas sorpresas y motivaron rápidas lecturas políticas. Llamó la atención la escasa presencia de dirigentes peronistas del conurbano con peso territorial –sólo Balestrini y West, caciques de La Matanza y Moreno– cuando se prepara una pelea definitiva con Duhalde.
La decisión no fue casual, sino que fue minuciosamente analizada por Kirchner. Tras meditarlo mucho, decidió ubicar pocos a intendentes entre los candidatos a diputados. “Es un cambio de 180 grados en el justicialismo bonaerense”, se elogió el Presidente ante su círculo de confianza. Fue ayer al mediodía. En los días previos había anticipado su postura con una frase que se convirtió en un eslogan: “No entienden que no venimos a hacer lo mismo”. Kirchner usó ese latiguillo ante la mayoría de los pedidos de candidaturas, explícitos o apenas insinuados.
La cabecera de la lista se terminó de definir en una reunión en el despacho presidencial. Además de Kirchner, allí estuvieron su esposa Cristina, el jefe de Gabinete Alberto Fernández, y el propio Balestrini. El matancero intentó rechazar la propuesta pero Kirchner insistió durante una hora y media. “Tenés que ser vos el primer diputado porque la Cámara va a vivir tiempos difíciles. Se necesitará un tipo paciente y fuerte en las convicciones. Pepe (por José Pampuro) no va a estar en eso. Tenés que ser vos. Vas a tener que lidiar con dos bloques justicialistas, con Carrió y con Macri”, argumentó el Presidente.
Una vez que se definió que Balestrini iba primero, llegó el tiempo de los demás candidatos. Y entonces hubo que avisarles. La mayoría se enteró ayer mismo, aunque hubo otros, como el vicecanciller, que ya lo sabían de antes. Taiana había sido avisado entre el lunes y el martes, por lo que sus colaboradores en Cancillería tuvieron tiempo de prepararse para el futuro (incierto tras el alejamiento de Rafael Bielsa y, ahora, su segundo). Ayer al mediodía, Kirchner mencionó el apellido del diplomático para terminar de convencer a Balestrini. “Vas a tener un segundo de lujo”, le dijo. Igualmente, el matancero no pensaba –ni estaba en condiciones– de rechazar un pedido del Presidente. A diferencia de Taiana, la mayoría de los elegidos se enteró de su suerte al estilo de Kirchner. A último momento. Descubrieron que serían parte de la lista a media tarde, a través de una llamada de la Secretaría General de la Presidencia:
–Tiene que presentarse en la Casa Rosada. Tiene una audiencia con el Presidente –era todo lo que informaban los colaboradores del secretario Oscar Parrilli.
Quienes recibían el llamado debían modificar su rutina (algunos ya estaban retornando a sus hogares) para ir de urgencia a Balcarce 50. Una vez en la Rosada, los convocados eran recibidos personalmente por el propio Presidente. En su despacho, Kirchner les anunciaba que serían candidatos a diputados nacionales. En la charla incluía la clásica bajada de línea con algunas frases motivadoras con respecto a la elección. “La pelea con Duhalde va en serio”, era una de las ideas centrales que les transmitía el Presidente.