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En un intento por reafirmar la voluntad oficial de contener las tarifas de servicios públicos, el ministro de Planificación aseguró que las empresas del sector energético “son superavitarias” y por esta razón “no será necesario otorgar incrementos” en sus precios. Los dichos de Julio De Vido suenan verdaderamente desconcertantes a la luz de las cartas de entendimiento ya firmadas con varias empresas del sector.
Según el ministro, “no tiene ninguna relación” la cuestión de las tarifas públicas con las inversiones que se necesitan mantener para atender las necesidades que genera el crecimiento económico. “Los balances de las empresas son superavitarios”, afirmó el funcionario, para quien “no hay que corregir lo que no es defectuoso”.
Lo extraño es que Planificación ya avanzó en las cartas de entendimiento con varias empresas del sector energético, admitiendo ajustes inmediatos en las tarifas para los usuarios industriales y habilitando subas para el resto de los clientes en el 2006, cuando se concreten las revisiones tarifarias integrales.
La mayor parte de esos acuerdos aún deben pasar por el Parlamento o requieren el aval formal de alguna instancia del Poder Ejecutivo para que puedan efectivizarse los prometidos incrementos. Pero no existen razones objetivas para suponer que los pactos que involucran a firmas como Edelap, Edesur, Edenor o Gas Ban puedan abortarse.
Para atender las necesidades del sector –básicamente de las generadoras de electricidad–, el Gobierno destina millonarios fondos públicos a la compra del fueloil venezolano. Ahora se agregará una partida de gasoil, operación de 113 millones de dólares a retribuir con maquinarias agrícolas.