ECONOMíA › DENUNCIAS CRUZADAS NTRE GANADEROS Y FRIGORIFICOS POR EL ALZA DEL PRECIO DE LA CARNE
La amenaza de na lapicera para seguir negociando
Fuentes del Ministerio de Economía informaron ayer que la resolución de aumento de las retenciones de la carne del 15 al 25 por ciento “está lista”, pero aclararon que todavía “no está firmada” y que se esperará a ver cómo evoluciona la oferta de vacunos en el Mercado de Liniers entre hoy y el martes para tomar la decisión final. Se supone que sólo si aumenta la oferta de cabezas de ganado y los precios bajan, entonces podría darse marcha atrás con la medida. Así, con la amenaza de la lapicera en mano, el Gobierno pretende otorgar una última oportunidad a los empresarios de la carne para ponerles coto a los precios internos, que subieron fuertemente en las últimas semanas.
Por lo pronto, el anuncio del miércoles de que se elevarían una vez más las retenciones desató durante el feriado de ayer una guerra de acusaciones cruzadas entre los distintos integrantes del sector cárnico. Los frigoríficos advirtieron que la medida terminaría con el negocio de la exportación –un 20 por ciento de la producción total– y que se perderían miles de puestos de trabajo. Los productores ganaderos, en tanto, acusaron al selecto grupo de frigoríficos exportadores de haber boicoteado la posibilidad de alcanzar un acuerdo de precios.
“Después del caso de aftosa en la Argentina se recrearon entre 15 mil y 20 mil puestos de trabajo, pero esto prácticamente saca a la Argentina del mercado de la exportación y si es permanente sin duda va a generar pérdida de puestos de trabajo”, afirmó el presidente de la Cámara de la Industria y el Comercio de la Carne, Miguel Schiaritti. Aún así, el empresario reconoció que con una suba de las retenciones “es posible que los precios bajen”, pero insistió en que “es muy mala señal para un sector que tiene 40 años de atraso y que había empezado a retomar el crecimiento”. En la misma línea, el presidente de la Sociedad Rural Argentina, Luciano Miguens, dijo que de subirse las retenciones “se pueden perder mercados que después son difíciles de recuperar”.
Sin embargo, el vicepresidente de la Federación Agraria Argentina, Ulises Forte, aseguró que se estuvo “muy cerquita de un acuerdo”, pero remarcó que “un sector muy minoritario, el exportador, fue el que rompió el acuerdo”. diferencia de la Sociedad Rural, que nuclea a los grandes productores agropecuarios, la FAA es una de las entidades que agrupa a los productores pequeños y medianos. El dirigente ruralista indicó que “la última propuesta del secretario de Agricultura, Miguel Campos, fue que se acordara una rebaja, y en diez días analizar el tema de las retenciones”. “El sector exportador no aceptó, y el Gobierno anunció una contramedida. Fue un exabrupto, pero provocada por la actitud de este sector”, reveló Forte.
Esta última versión coincide con lo que sostienen algunos colaboradores de confianza de Felisa Miceli. Según fuentes de Economía, la ministra planteó que cualquier revisión a la baja de las retenciones debía ser precedida de una caída efectiva del precio interno de la carne. Al revés, los frigoríficos planteaban que primero disminuyeran los impuestos a la exportaciones contra la promesa de futuras bajas de precios. Más aún, en Economía dicen que fue el lobby de los grandes frigoríficos el que echó a rodar en las últimas horas la versión del desplazamiento de Campos al frente de Agricultura. No obstante, Miceli le ratificó ayer su respaldo al secretario de Agricultura, a quien, a diferencia de otros funcionarios que lo precedieron, considera que “no está contaminado” por los poderosos lobbies del sector.
En medio de este cruce de acusaciones, el subsecretario de Agricultura, Javier de Urquiza, declaró que “el Gobierno les está pidiendo a todos los sectores de la canasta (básica de alimentos) un sacrificio”, y subrayó que “la cuestión de la carne debe resolverse para mejorar la situación y el bolsillo” de la gente.
Por otro lado, el funcionario dejó abierta la puerta para continuar las negociaciones con el sector y se mostró optimista sobre la posibilidad de llegar a un entendimiento en los próximos días. “Se está tratando de ver si en el marco de la negociación se puede llegar al acuerdo que está pidiendo el Gobierno hace un tiempo”, aseguró De Urquiza. Tras la salida de Lavagna, el subsecretario de Agricultura fue confirmado en su puesto por el propio presidente Kirchner y se sabe que, además de tener un fluido diálogo con los frigoríficos más grandes, mantiene una dura interna con el secretario Campos. “Hay que seguir trabajando. Esperemos que este cuarto intermedio permita acercar posiciones”, agregó De Urquiza, conciliador.