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Cuando colgó el teléfono, después de haber conversado durante media hora con la vicedirectora del Fondo Monetario Internacional, Anne Krueger, Roberto Lavagna debe haber sentido una sensación dual: por un lado, el diálogo había resultado menos áspero que el que sostuvo con la misma interlocutora el jueves a la noche. Pero, por el otro, el ministro había fracasado una vez más en arrancarle al FMI el compromiso de ponerle fecha al arribo de una misión negociadora de un nuevo acuerdo. La salida del corralito, el programa monetario, el manejo del sistema cambiario y la derogación de la ley de Subversión Económica siguen siendo temas cuestionados por las autoridades del Fondo, en vez de renglones con un tilde de “misión cumplida”, como pretende el Gobierno argentino. Varios minutos después de cortar y tras repasar lo conversado, Lavagna seguía meditando: ¿qué conclusión le transmitiría al presidente Duhalde, la de un acercamiento o la del mantenimiento de una fría distancia con las autoridades del Fondo? Krueger prometió seguir hoy el diálogo con el jefe del Palacio de Hacienda.
El tono respetuoso del diálogo entre Lavagna y Krueger no logró disimular el clima de tensión existente entre las autoridades económicas argentinas y el organismo financiero internacional. El ministro de Economía argentino ha venido cuestionando, en privado, la gestión del titular del área de Operaciones Especiales del Fondo, el indio Anoop Singh, a quien incluso cuestionó en un documento oficial por “tergiversar” en sus informes la realidad argentina. Ayer, una comunicación oficial del FMI dio a conocer el ascenso de Singh a director para el Hemisferio Occidental, que se hará efectivo a fin de año. Así, el jefe de la misión negociadora pasará a ocupar el cargo que hoy le corresponde al argentino Claudio Loser, un cargo clave para emitir opinión sobre la ayuda o respaldo a los países de la región. Por otra parte, las últimas manifestaciones de los funcionarios públicos de la Argentina marcan la ratificación de la línea de intervención del Gobierno frente a las exigencias del FMI: salida del corralito, derogación de la ley de Subversión Económica y política monetaria frente a la evolución del mercado cambiario.
Singh, a su vez, había adelantado su postura contraria a un envío inmediato de una misión a la Argentina, hasta tanto verificar los primeros impactos del plan de salida del corralito. Su posición de “duro” ahora habría resultado ratificada con su ascenso, que a su vez prenuncia la consolidación en el staff del Fondo de la derecha republicana estadounidense, barriendo con los últimos vestigios vinculados con la línea “moderada” expresada por Teresa Ter Minassian o Tomás Raichmann. No es una buena noticia para Lavagna, quien deberá exigir al máximo sus dotes de negociador en las instancias por venir.
De acuerdo con la versión difundida por el Palacio de Hacienda, Anne Krueger le reclamó a Lavagna que le enviara los pormenores de la reglamentación de la salida del corralito, para poder medir su impacto monetario y el consiguiente riesgo de disparada hacia el dólar. Es conocida la postura del FMI en favor de un canje compulsivo de todos los depósitos por un bono a largo plazo. Por su parte, Lavagna le reclamó a Krueger que le hiciera llegar una explicitación por escrito de cuáles eran las pretensiones en materia de derogación de la anterior ley de Subversión Económica. La sospecha transmitida por la funcionaria del Fondo es que ciertas tipificaciones delictivas –”en contra de los banqueros”, interpretan– se preservaron al ser transferidas al Código Penal. El Ejecutivo anticipó que no vetará los artículos que preservan dichas normas.
Hoy continuarán las “conversaciones” entre Lavagna y Krueger. Nadie garantiza que de la comunicación que tengan hoy surja un calendario para una misión del Fondo. Tampoco podría asegurarse el carácter de tal misión, si llegará con facultades negociadoras o será meramente exploratoria.Quienes apuestan a una avanza de tanteo estiman que buena parte de su tarea será absorbida por los tironeos en torno al plan de emisión monetaria de los próximos meses, lo que retendría a Mario Blejer al frente del Banco Central por un par de semanas más. Posteriormente, llegaría Singh para la etapa siguiente. “Paso a paso” para conseguir el campeonato, o evitando el descenso en cada partido, según se quiera ver.