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“Al cabo Rubén Emir Champonois le dieron dos meses de suspensión por asesinar a dos jóvenes. La sanción es la misma que se hubiera aplicado por faltar al trabajo sin justificación.” Sin levantar el tono de su voz, pero con una contundencia inapelable, la mamá del músico Mariano Witis, el rehén asesinado por Champonois el 21 de septiembre de 2000 luego de un asalto a la sucursal Beccar del Banco Itaú, comentó ayer a Página/12 el contenido de una resolución tomada hace unos días por la Auditoría de Control de la Corrupción y Abuso Funcional. Ese es el pomposo nombre que recibe, en la Bonaerense, la dependencia que investiga y sanciona los “asuntos internos” que están fuera de la ley. El otro joven que murió en el hecho fue Darío Riquelme, uno de los ladrones. Champonois sigue preso por el delito de “homicidio simple”, que establece penas de 8 a 25 años, aunque en el plano interno eso se traduce en dos meses de suspensión. Los padres de Witis pidieron una audiencia al gobernador Felipe Solá, para denunciar lo sucedido.
Raquel Witis, la mamá de Mariano, recordó que el auditor adjunto de la Bonaerense les había dicho, telefónicamente, que él había emitido un dictamen que solicitaba “la exoneración de la fuerza no sólo de Champonois sino de los cuatro policías que participaron en el procedimiento, por entender que habían violado todas las normas de procedimiento” vigentes en la fuerza. El 22 de mayo pasado, en un trámite administrativo de rápida resolución, la Bonaerense resolvió sancionar únicamente a Champonois.
Para los padres de Witis, lo ocurrido demuestra que “las fuerzas policiales, en general, desprecian la vida de los ciudadanos y valoran más los bienes materiales, porque es la propia institución la que fomenta, alimenta y apaña conductas irracionales y salvajes”. Por eso creen que los miembros de la cúpula de la institución “son tan responsables o más que aquél que apretó el gatillo, porque saben muy bien cuáles son las consecuencias de sus acciones”.
Champonois fue detenido en mayo del 2001, luego de que se comprobara que la muerte de Witis se produjo como resultado del accionar policial, ya que los ladrones –uno de los cuales huyó– nunca habían disparado en contra de los dos rehenes, Mariano, de 23 años, y una amiga suya, Julieta Schiappiro, quien salió ilesa, aunque al principio la habían detenido como si fuera miembro de la banda. El juez de primera instancia, Orlando Díaz, le dictó la prisión preventiva por el delito de homicidio simple en los dos casos, es decir tanto por la muerte de Witis como por la de Riquelme.
A fines del año pasado, la Sala II de la Cámara de San Isidro respondió en forma favorable a un pedido de la defensa de Champonois, que reclamó la excarcelación por aplicación del artículo del Código de Procedimientos bonaerense que prevé la prisión alternativa. Esto permitiría que el acusado siga en libertad hasta el juicio oral.
La libertad de Champonois finalmente no se concretó, porque hubo demoras para establecer el monto de la caución, que recién ahora fue fijada en 90 mil pesos. El problema es que de los tres miembros de la Sala II sólo quedó uno en el cargo, ya que uno de los jueces falleció y otro se jubiló. La causa pasó ahora a la Sala I, que tiene pendiente la decisión de liberar al cabo. Una versión, que nunca pudo ser confirmada, indica que Champonois goza de un régimen irregular de salidas en su lugar de detención en una comisaría de Tigre.