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Sólo resta un simple formulismo, pero todo indica que los cuatro senadores rebeldes del radicalismo abandonarán el bloque que conduce Carlos Maestro con el apoyo de Raúl Alfonsín. Ayer, el porteño Rodolfo Terragno aseguró a este diario que su pertenencia a la bancada de la UCR “se terminó la semana pasada”, cuando sus colegas del partido se negaron a sancionar a la rionegrina Amanda Isidori, la senadora que le permitió al justicialismo conseguir la derogación de la Ley de Subversión Económica. Hoy al mediodía los cuatro se reunirán para definir la separación de la bancada opositora.
Terragno es el primero en confirmar su retiro al sostener que no soporta más “los pactos, las extorsiones y el doble discurso”. El pampeano Juan Carlos Passo hizo saber desde su provincia que recorrerá el mismo camino que su colega porteño. Los jujeños Gerardo Morales y Mónica Arancio llegarán recién hoy a Buenos Aires y harán pública su posición. Se descarta que se apartarán de la bancada. Morales, antes de regresar a su provincia el viernes pasado, reconoció que estaba “más afuera que adentro”, pero decidió tomarse el fin de semana para realizar consultas con las autoridades partidarias de Jujuy.
Estos son los cuatro que se van. Pero hay otros más que simpatizan con esa posición. Miriam Curletti, por caso, es otra de las que se opuso a la estrategia de Maestro con respecto a la Ley de Subversión Económica. Sin embargo, es poco probable que se sume al nuevo bloque que por ahora no tiene nombre. El gobernador de su provincia, Angel Rozas, y presidente de la UCR la presionó para que no tomara el rumbo de los disidentes.
Sin embargo, los rebeldes juran que hay más senadores que coinciden con esta posición y hablan de la posibilidad de que con el tiempo y el afianzamiento de este nuevo “polo” radical varios abandonen la “obsecuencia” de la actual conducción de la bancada.
“No dejamos de ser radicales. Lo que ocurre es que el partido no puede estar de acuerdo con todas y cada una de las contradicciones del gobierno de Eduardo Duhalde. Es verdad que el justicialismo conduce el país gracias el fracaso de (Fernando) De la Rúa, pero no por ello tenemos que ser obsecuentes”, aseguró Terragno.
La aparición de los rebeldes tomó cuerpo con el debate de la Ley de Subversión Económica. Este grupo tuvo activa participación durante el debate interno sobre dar o no quórum a la sesión donde el Senado debía elegir entre apoyar la modificación realizada por los diputados a la polémica norma u oponerse a la derogación que impulsaba el PJ. Terminó triunfando la tesis de Maestro de bajar al recinto a sabiendas de cuál iba a ser la actitud de Isidori. Esto terminó por resquebrajar la relación interna en el bloque de la UCR.
Con la ruptura concretada habrá que ver cuáles son las consecuencias. Entre los disidentes existe el convencimiento de que el bloque de diputados se contagiará y las fuertes disidencias que hoy existen saldrán a la superficie. No se animan a asegurar que pueda darse una fractura con el Cámara alta pero “algo sucederá”. Lo que está viviendo el radicalismo no puede continuar por mucho tiempo más. “La continuidad del partido es lo que está en juego”, sostienen los miembros del grupo rebelde.