Tras las críticas recibidas por la supuesta inacción en la tarea encomendada en función de controlar la suba de precios de artículos básicos, la liga de intendentes bonaerenses buscó ayer dar gestos concretos de que se mantiene viva. Ayer, tras un encuentro en Capital Federal en la Federación Argentina de Municipios, los jefes comunales de Berazategui, Lomas de Zamora e Ituzaingó ofrecieron una conferencia de prensa en la que aseguraron que en las primeras semanas de enero no se observaron aumentos en la canasta básica de alimentos.

“Para comprar una canasta de 50 productos básicos, antes de las fiestas nos daba un costo promedio de 191 pesos; en las fiestas estaba en 194 y en los primeros días de enero, en 192; es decir, un nivel prácticamente estable”, precisó y concluyó el intendente de Berazategui, Juan José Mussi. Alberto Descalzo, de Ituzaingó, aseguró que este trabajo de seguimiento se seguirá llevando adelante, “acompañando al presidente Kirchner y al gobernador Solá”.

En la reunión de intendentes también habían participado los jefes comunales de Presidente Perón, Cañuelas, Florencio Varela y Esteban Echeverría. Respondiendo a los cuestionamientos, los intendentes explicaron que su participación en la política de contención de precios no se limita a verificar el cumplimiento de los acuerdos alcanzados por supermercados y otras empresas con el gobierno nacional, o los que estableció el gobierno bonaerense. “Hacemos un seguimiento y comunicamos a los vecinos dónde se vende más barato”, explicó Descalzo. Mussi, por su parte, dijo que “se exige a los comerciantes que exhiban precios de una lista de cien productos, y a los que tienen más de 50 baratos les damos una oblea que certifica ‘comercio de bajos precios’, y controlamos que después los mantenga”.