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La Comisión de Mercados y Valores de Estados Unidos divulgó ayer un informe en el que se detalla la exposición de los bancos de su país en Brasil, luego de sufrir las consecuencias del colapso en Argentina y previendo el riesgo de un contagio a su vecino principal. Según éste, JP Morgan redujo su exposición en dicho país en el primer trimestre de 2002 desde los 3300 millones hasta los 2700 millones de dólares. Por su parte, Citigroup, que registró pérdidas antes de impuestos de 2200 millones de pesos por Argentina, aumentó su exposición en Brasil durante el mismo período.
FleetBoston, que perdió 1300 millones de pesos en Argentina, redujo la financiación en sus divisiones de Latinoamérica y está limitando la mayor parte de sus préstamos en Brasil a los exportadores. “Hasta que hayan terminado las elecciones y las cosas se asienten, la financiación en dólares quedará limitada al comercio y a unas pocas empresas destacadas. El resto recibirá financiación en moneda nacional”, dijo Marcos Camargo, jefe de préstamos internacionales de la división brasileña de FleetBoston. En caso de haber un default en Brasil, el sexto banco de Estados Unidos podría tener que anotar pérdidas que reducirían los beneficios por acción en un 25 por ciento.
Bank of America, el tercer banco estadounidense, redujo su presencia en Brasil en 474 millones de pesos durante el primer trimestre hasta los 2000 millones de dólares, según informes de la SEC.
Como una respuesta a la desconfianza del mercado, Brasil comenzó a recomprar deuda externa, por los títulos con vencimiento en 2003 y 2004 por 3000 millones de dólares. Anne Krueger, vicedirectora gerente del FMI, aplaudió la medida y estimó que contribuirá a fortalecer la moneda nacional, el real.