Un informe de la consultora MVA Macroeconomía señaló que, en términos del Producto, los préstamos destinados al consumo están a un paso de igualar las marcas record. “A este paso, esa situación se dará en los próximos meses”, apuntó a Página/12 Manuel Sánchez Gómez, director de la consultora.

Otro trabajo, del centro de estudios financieros Cefid-AR, destacó que los créditos al público aumentaron el mes pasado en 634 millones de pesos. De ese total, la mayor parte se dio en el rubro Préstamos Personales, con una expansión de 459 millones de pesos. Le siguió el segmento de Préstamos Prendarios, con una suba de 111 millones, ante el importante salto en las ventas de autos. Hay que destacar también la tendencia positiva que desde hace algunos meses se verifica en las líneas hipotecarias, cuyo stock se incrementó un 1,3 por ciento (69 millones de pesos).

El informe de Cefid-AR recordó que el ciclo positivo del mercado crediticio ya lleva 27 meses consecutivos. El actual stock de créditos a empresas e individuos se encuentra en 57 mil millones de pesos.

La mejora del nivel de préstamos bancarios fue creciendo paulatinamente desde la recuperación de la economía. En la actualidad se encuentra en 10,2 por ciento del PIB. Dos puntos por encima al peor momento de la crisis, cuatro años atrás, pero todavía muy lejos del record de los 23,2 puntos del Producto alcanzados en 1999.

Sin embargo, esa distancia de 10 puntos del PIB se achica notablemente si sólo se toma en cuenta el financiamiento de más corto plazo, aquél ligado al consumo popular y al crédito más urgente de las empresas. En el caso de los gastos con tarjetas de crédito, la diferencia con respecto al record de hace siete años se achicó a 0,3 punto del PIB. Medido en términos reales, significa que el stock debería crecer en 800 millones de pesos para igualar la marca histórica. La diferencia llega a 0,6 punto del PIB en el caso de los préstamos personales. Para empardar el nivel de 1999, el stock tendría que incrementarse en 1200 millones de pesos. En los prendarios, la distancia es todavía importante, de 1,5 punto del PIB, ya que su crecimiento viene más lento.

Los créditos hipotecarios y los de largo plazo destinados a las empresas aparecen como los más retrasados. Los créditos para la vivienda, que alcanzaron su apogeo cuando equivalieron a seis puntos del PIB, ahora se encuentran en apenas 1,7 punto. Está claro también que las inversiones de las empresas no dependen de los bancos: el stock de las líneas de largo alcance está hoy 5,1 puntos del PIB por debajo al nivel máximo de 1999. Las compañías se manejan con capital propio y también con fuentes alternativas de financiamiento, como los fideicomisos.

Respecto de las tasas de interés, no tuvieron un comportamiento espejo con el ciclo alcista de los rendimientos de los depósitos. Por ahora, los bancos privilegiaron la competencia por ganar clientes. Pero en la city aseguran que, más temprano que tarde, sobrevendrán los ajustes a los créditos.