Los principales referentes de las entidades que impulsaron el paro del campo se manifestaron ayer a favor de retomar el diálogo con el Gobierno, aunque resaltaron que su intención no es sólo ser escuchados sino tener incidencia en el diseño de la política agropecuaria. Desde el Ministerio de Economía respondieron ante Página/12 que recién cuando el lockout concluya se va a evaluar la posibilidad de recibir a los dirigentes rurales, pero aclararon: “No aceptaremos el pliego de condiciones que exigen para destrabar el conflicto”. Pese a las amenazas formuladas a mitad de semana, las entidades confirmaron ayer que el paro concluye el lunes.

Luciano Miguens, presidente de Sociedad Rural, aseguró que el próximo martes se presentarán en la Secretaría de Agricultura para “explicar que esta medida (el lockout) no fue en contra de nadie sino un llamado de atención”. Además manifestó su deseo de “sentarnos a dialogar y consensuar juntos una política agropecuaria de mediano y largo plazo”. La entidad presentó anteayer una propuesta para poner fin a la intervención gubernamental en los mercados de la carne y el trigo. En el primer caso, propuso un cronograma para llegar a la liberación de las exportaciones a fines de 2007, mantener la reducción del peso mínimo de faena y “no intervenir en los mercado de hacienda, ni establecer precios de referencia”. Mientras que para los cereales también reclamó eliminar los precios sugeridos y otorgar un subsidio estatal a los molinos para garantizar la estabilidad de precios en el mercado interno.

Otro de los dirigentes que se manifestó dispuesto a dialogar fue el vicepresidente de la combativa Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Néstor Roulet, aunque advirtió que “dialogar no es ir a una de las tantas reuniones donde participamos pero no se nos escucha”. “No sirve de nada encontrarnos si no trabajamos en conjunto para lograr una política agropecuaria que es lo que necesitan los productores”, afirmó. CRA ha venido reclamando, al igual que Sociedad Rural, que el Estado deje de intervenir en los mercados para evitar “distorsiones”.

Desde el Gobierno se niegan a dejar a “los mercados” en libertad de acción porque afirman que eso tendría como consecuencia la dolarización del precio de los alimentos. “Quieren aumentar el pan, la harina y la leche”, aseguró la ministra de Economía, Felisa Miceli. Sin embargo, Roulet dijo que “no queremos internacionalizar los precios porque desde el vamos nos sacan el 20 por ciento por retenciones”.

Eduardo Buzzi, titular de Federación Agraria, también reivindicó el diálogo con el Gobierno, aunque puso como condición que el presidente Néstor Kirchner se ponga al frente de las negociaciones con el sector.

“Esperamos que el Presidente tome las riendas y marque una cronología de acciones y temas a resolver que permitan ir gradualmente abordando las cuestiones que fueron reclamadas durante estos días”, afirmó el dirigente, quien agregó que es necesaria la creación de una “Subsecretaría de Desarrollo Rural que dé lineamientos para invertir y producir”. Buzzi reclama la intervención presidencial porque mantiene un fuerte enfrentamiento con la ministra Miceli.