SanCor y el gobierno venezolano firmarán pasado mañana el preacuerdo que habilitará el salvataje financiero para la compañía. Ayer, en la empresa confiaban en que el crédito anunciado por Hugo Chávez sea por un total de 120 millones de dólares, monto superior a los 80 millones prometidos en un principio. Para lograr el objetivo, la comitiva de SanCor se quedará en Caracas hasta el lunes. También restaba definir la manera en que se devolverá el préstamo.

Alicia Castro, embajadora argentina en Venezuela, confirmó anoche que pasado mañana se firmarán los papeles y dio más detalles de la operación. Señaló que la línea de crédito “se constituirá, en una parte, para la reestructuración de la deuda de la cooperativa y otra parte como aporte de capital de trabajo”. Con ello, el pacto con Venezuela es similar al que la empresa había anunciado hace tres semanas con el grupo Soros.

La expectativa en Sunchales, sede de la láctea, cambió en las últimas horas. La visita de Chávez a la Argentina aclaró el panorama sobre el futuro de la empresa. Quedó claro, por los dichos del presidente venezolano, que a los 80 millones de dólares anunciados a comienzos de la semana se le añadiría un tramo adicional si fuera necesario.

Desde Caracas, fuentes oficiales señalaron que el lunes se cerrará el preacuerdo en un acto que contará con la presencia del ministro de Finanzas, Nelson Merentes. El convenio dirá que los fondos aportados por Venezuela serán repagados a través de dos tipos de leche en polvo: para bebés y para chicos más grandes. La idea de Chávez es incluir el producto en los planes sociales.

Otro dato importante de la operación es el plazo del crédito. Según trascendió, sería a diez años. Lo último que se estaba negociando era el precio al cual SanCor entregaría la leche en polvo.

No bien regrese la delegación desde Venezuela, integrada por el vicepresidente de la compañía, Italo Gastaldi, y por el gerente general, Ignacio Uzcudum, se reunirá el consejo de administración de SanCor para aprobar el convenio. En la empresa hay cierta urgencia por cerrar trato ya que existen vencimientos de deuda que hay que afrontar. Cabe recordar que hace tres meses incumplió con un compromiso por culpa del ahogo financiero. En la actualidad, SanCor registra ganancias operativas, pero su balance global da en rojo por el quebranto financiero. Los pasivos de SanCor ascienden a unos 190 millones de dólares. De ese total, durante el próximo año existen vencimientos superiores a los 20 millones. En el seno de la compañía quieren alargar los plazos.

Fuentes de la empresa señalaron a este diario que una vez aprobado el pacto con Chávez, se dará de baja el preacuerdo con el grupo Soros. Hasta anteayer, técnicos de Adecoagro, la compañía de Soros, seguían evaluando la operación de compra del 62,5 por ciento de SanCor. “No habrá ningún inconveniente en cancelar lo firmado porque no era vinculante para un acuerdo final. Cualquiera de las partes podía desistir de la operación”, aseguró un directivo de la empresa a Página/12. Apenas difundió su oferta, Chávez dejó trascender que su intención es bloquear la asociación con el grupo Soros.

Alicia Castro explicó también que el entendimiento contempla una transferencia de tecnología de SanCor hacia Venezuela y la capacitación de personal del país caribeño por parte de técnicos de la cooperativa. Este tema es relevante para Venezuela ya que Chávez quiere que en el mediano plazo su país sea productor de lácteos. El objetivo es tener lo que allí denominan “seguridad alimentaria”. Es decir, no quedar expuestos a que un eventual boicot de los Estados Unidos aísle al país. Por ese motivo ya importaron 1800 vaquillonas desde la Argentina y se intentara poner a punto algunas plantas lácteas que eran propiedad de la quebrada Parmalat y que quedaron en desuso.

Para SanCor también hay ventajas. El acuerdo permitirá que mantenga su estatus jurídico de cooperativa, algo que no hubiera sido posible en un eventual acuerdo con Soros o con el grupo Petersen (Ezkenazi-Eurnekian), que también había elevado su propuesta de asociación. Felisa Miceli mostró su beneplácito con que la láctea mantenga su condición de cooperativa. En tanto, funcionarios de la Casa Rosada consultados por este diario prefirieron mantenerse al margen de las negociaciones entre los técnicos de ambos países.