El paro de los transportistas de cargas, en reclamo de mejoras en el pago de fletes, continuó ayer con alto acatamiento y quejas de productores agrícolas, quienes no pueden trasladar la cosecha. Con rutas interrumpidas por las movilizaciones de los dueños de los camiones e impedidos de despachar su producción a las terminales portuarias, representantes del sector lácteo y frigoríficos reclamaron el cese de la protesta y que se pueda alcanzar un acuerdo de tarifas. Vale recordar que el conflicto enfrenta principalmente a los transportistas con las cerealeras, en su mayoría grandes multinacionales.

Los camioneros nucleados en la CATAC (Confederación Argentina del Transporte Automotor de Cargas) mantenían hasta ayer firme la decisión de marchar mañana a Plaza de Mayo, pese a las advertencias del Gobierno de que cortaría el paso a los camiones en las principales vías de acceso a la ciudad de Buenos Aires. El paro de los transportistas disparó en las últimas horas advertencias de las entidades del campo, que temen que se ponga en peligro la exportación de una cosecha record de granos.

Hasta ayer, las terminales procesadoras de granos continuaban trabajando con los stocks con que contaban. Pero admitieron que trabajaban en “tiempo de descuento” para no incrementar la capacidad ociosa si no se regulariza la situación en el corto plazo.

Pero el temor por las consecuencias del paro no se ciñe a las cerealeras, sino que pareciera extenderse a las principales sectores de la agroindustria. Dirigentes de las cuencas lecheras del país, con centro en Santa Fe, denunciaron que estaba en peligro el valor de los ordeñes diarios, por tratarse de un producto altamente perecedero, cuya cadena de frío no puede interrumpirse.

Por su parte, los industriales del sector frigorífico explicaron que aunque los camiones refrigerados no se sumaron a la protesta, “piquetes de camioneros les impidieron avanzar en rutas localizadas en Santa Fe, Córdoba, Entre Ríos y Buenos Aires”.

El titular del Centro Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA), Roberto Domenech, en tanto, alertó sobre la posible falta de pollos y huevos en el mercado local en los próximos días. “La industria enfrenta un problema gravísimo al no poder contar con la provisión de maíz y pelet de soja para alimentar a la población avícola”, afirmó. Y sostuvo que ya se había suspendido un turno de faena en un total de 1500 granjas, lo que podría significar que “falten pollos desde el viernes” en supermercados y comercios minoristas.