Miércoles, 2 de mayo de 2007 | Hoy
Dirigentes del sector indican que hoy empezaría a bajar la oferta de hacienda, aunque aseguran que ello no significará desabastecimiento. El Gobierno movilizaría la hacienda de la Armada. Sigue la búsqueda de un acuerdo con frigoríficos.
Por Fernando Krakowiak
El lock-out de quince días que inició Carbap el lunes recién comenzará a sentirse hoy en el Mercado de Liniers. Ayer por la noche se esperaba un ingreso cercano a las 1600 cabezas, menos de un tercio del promedio puesto a la venta durante los últimos cuatro miércoles. Fuentes del sector aseguraron a este diario que parte de esos animales estaban siendo llevados desde Bahía Blanca por la Armada para intentar minimizar el impacto generado por la medida de fuerza. De confirmarse la versión, sería la segunda vez que el Gobierno recurre a las Fuerzas Armadas, pues en diciembre movilizó a las vacas del Ejército para evitar el impacto simbólico que genera la foto de los corrales vacíos. No obstante, los productores “rebeldes” y el Gobierno coinciden en que el paro no pondrá en riesgo el abastecimiento de carne debido al stock acumulado por los frigoríficos.
El lock-out de Carbap comenzó el lunes, pero ese día la medida no tuvo impacto en Liniers, pues se vendieron 5000 cabezas, la segunda cifra más alta del año para un comienzo de semana. Jorge Srodek, secretario de Carbap, aseguró a Página/12 que “el paro se anunció el jueves pasado para darles tiempo a los productores de enviar hacienda el viernes y esos animales son los que se vendieron el lunes”.
A diferencia del lock-out llevado adelante a comienzos de diciembre, Carbap es la única entidad que impulsa la medida de fuerza actualmente. Sin embargo, el reducido número de cabezas que se esperaba hoy en Liniers está dejando en evidencia que los productores de la región se han sumado a la protesta, pese a la no adhesión de Sociedad Rural, Federación Agraria, Coninagro y Confederaciones Rurales Argentinas. Las tres primeras entidades continúan negociando con el Gobierno para lograr una mejora en el precio de la hacienda que se vende en Liniers. CRA, en cambio, rompió relaciones con el Gobierno, pero no llamó al paro por las diferencias internas existentes en la entidad.
Carbap es una de las 13 confederaciones que integra CRA, pero decidió convocar al lock-out sin esperar una resolución del consejo directivo de CRA. Las otras 12 confederaciones no adhirieron, pero muchas tienen escasa incidencia a nivel nacional, mientras que Carbap representa a las provincias de Buenos Aires y La Pampa, que concentran el 97 por ciento de los envíos a Liniers y el 62 por ciento de la faena nacional.
Las entidades “dialoguistas” esperan que esta semana se confirme el anuncio de un aumento de los precios de referencia vigentes en Liniers para que la situación se descomprima. Carbap, en cambio, reclama la eliminación definitiva de los controles que viene llevando adelante el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno. “Nosotros solicitamos la liberalización absoluta de precios en el Mercado de Hacienda en pie porque no somos formadores de precios”, aseguró Srodek. El ministro de Asuntos Agrarios bonaerense, Raúl Rivara, respondió ayer que “no es racional pedir una liberación de todo el mercado de la carne porque no va a tono con la política que está llevando adelante el Gobierno y tampoco con la necesidad de abastecer al mercado interno a precios razonables”.
Pese a las diferencias existentes, los productores y el Gobierno coincidieron en destacar que la medida de fuerza no debería producir problemas de abastecimiento debido al stock acumulado. “Hay suficiente carne en las cámaras de los frigoríficos para asegurar el abastecimiento durante los próximos 40 días”, destacó Srodek. Rivara coincidió al señalar que “no faltarán productos en las góndolas”.
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