Miércoles, 2 de mayo de 2007 | Hoy
EL MUNDO › LOS CUBANOS AGUARDARON SU PRESENCIA ESTE 1º DE MAYO
Por Mauricio Vicent *
Desde La Habana
Por segunda vez en nueve meses, Fidel Castro faltó a un gran acto de masas en la Plaza de la Revolución. Ya se va convirtiendo en una costumbre: hasta el último segundo, cientos de miles de cubanos aguantaron la respiración esperando que apareciera en el desfile por el 1o de Mayo, pero nada. Al igual que ocurrió el 2 de diciembre, cuando se conmemoró el 50º aniversario del desembarco del yate “Granma”, fue el jefe del ejército, su hermano Raúl, el que ejerció de número uno y encabezó una celebración marcada por la ausencia del comandante.
Sonaba “La Internacional” por los altoparlantes, y a las 7.30 de la mañana, antes de comenzar el desfile, un equipo de la radio cubana entrevistaba a un humilde obrero de la zona oriental, que exponía así sus expectativas: “Estoy loco por verlo, se lo digo claro. Ya hace nueve meses que no lo vemos, y estoy seguro de que hoy...”. Raudo, el periodista intervino: “Aparezca o no el comandante, él estará hoy aquí con todo su pueblo”. El hombre, contrariado, asintió: “Sí, sí, y algún día lo veremos, digo yo”.
A las ocho en punto, Raúl apareció en la Plaza de la Revolución y el misterio se desveló. Aunque muchos creían que Fidel no asistiría, en las calles abarrotadas por la masa se extendió una sensación espesa, de decepción. Las expectativas por la posible reaparición del mandatario cubano eran muchas. Hace exactamente nueve meses y cinco días, desde que fue operado de urgencia debido a una grave dolencia intestinal y cedió provisionalmente todos sus cargos, Cuba está pendiente del regreso del mandatario. O quizá sea mejor decir, de la forma en que se producirá su vuelta a la vida política.
Los últimos y reiterados mensajes de las autoridades cubanas y del presidente venezolano, Hugo Chávez, de que la recuperación de Castro avanza favorablemente y poco a poco retoma el mando, hicieron pensar a muchos que este 1o de Mayo sería el escenario para representar su resurrección como comandante en jefe. El propio Castro fue quien, el 11 de abril en un artículo publicado en el diario Granma, convocó a una gran movilización en el Día de los Trabajadores para protestar por la liberación en Estados Unidos del ex agente de la CIA Luis Posada Carriles, acusado por La Habana de diversos actos terroristas, entre ellos el atentado contra un avión comercial cubano en 1976, en el que murieron 73 personas. Seis millones de cubanos, según los cálculos oficiales, marcharon ayer en todo el país para reclamar su vuelta a la cárcel.
En vísperas del desfile, ayer por la madrugada, el líder comunista dio a conocer su último artículo periodístico –van cuatro en un mes–, en el que arremetió de nuevo contra el uso de biocombustibles producidos con maíz y otros alimentos y aconsejó al mundo que tome ejemplo de la revolución energética que se lleva adelante en Cuba. “¿Qué ocurrirá cuando cientos de millones de toneladas de maíz se dediquen a la producción de biocombustible?”, se preguntó el veterano líder. Con este argumento, Fidel volvió a cuestionar la política de la Casa Blanca y también de su par brasileño Luiz Inácio Lula da Silva.
Castro también atacó al gobierno de George Bush por la excarcelación de Posada Carriles y pidió “prisión para el verdugo”, uno de los lemas de la marcha de ayer.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.
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