En enero, el Gobierno aumentó cuatro puntos las retenciones a las exportaciones de soja para subsidiar con ese dinero a tamberos, productores y molinos de trigo, engordadores de ganado y faenadores avícolas. La compensación buscó evitar que la suba en las cotizaciones de los principales commodities agrícolas impactara en los precios al consumidor. El aporte previsto era de 1500 millones de pesos (400 millones de dólares de las retenciones extra más otros 100 millones aportados por el Tesoro). Sin embargo, hasta el miércoles pasado sólo se habían otorgado 63,9 millones de pesos, apenas un 5 por ciento. Los requisitos exigidos por la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (Oncca) para acceder al beneficio desalentaron a muchos empresarios en un sector donde abunda la informalidad. Además, el tiempo que lleva el procesamiento de la documentación también conspira contra la velocidad en la distribución.

Hasta el momento, los beneficiados por el sistema son sólo 6088 y el 97 por ciento son productores lecheros. Según datos de la Oncca, 5913 tamberos recibieron 16,9 millones de pesos. La compensación pretende mantener estable el precio de la leche fluida y en polvo, quesos y yogures. Entre ellos figuran productores que proveen leche fluida sin procesar a empresas como Mastellone, SanCor y Milkaut. Estas compañías se benefician de modo indirecto, pues terminan pagando menos dinero por la materia prima. Sin embargo, en las últimas semanas se registraron faltantes de leche en supermercados y almacenes y algunos aumentos en productos de mayor valor agregado. La industria se comprometió anteayer ante la ministra de Economía, Felisa Miceli, a cumplir con los precios acordados y garantizar el abastecimiento, pero solicitaron un nuevo aporte del Estado que les llegue de manera directa y no a través de los productores.

Para subsidiar el consumo interno de harinas, pan y fideos, se incluyó entre los destinatarios de las compensaciones a productores de trigo y molinos. En este caso la asignación de recursos viene todavía mucho más lenta. En el país hay más de 20 mil productores trigueros, pero hasta el momento sólo se repartieron 781 mil pesos entre 69 establecimientos. En el caso de los molinos, los beneficiarios son 20 por un monto de 530 mil pesos.

El dinero destinado a los engordadores de ganado a corral (feed lots) también es reducido. El efecto pinza generado por la suba de las cotizaciones internacionales del maíz y la soja y la vigencia de precios máximos para la hacienda provocó un vaciamiento de los corrales de engorde a fines del año pasado. El Gobierno apostó a compensar a estas empresas para incrementar la oferta de carne, pues se estima que el 40 por ciento de la hacienda que demanda el mercado proviene de feed lots, pero hasta el momento sólo se otorgaron 228 mil pesos a repartir entre ocho firmas. Para los engordadores de cerdos la asignación tampoco fue generalizada. Sólo recibieron el beneficio 19 productores por un total de 699 mil pesos.

Los frigoríficos avícolas también reciben compensaciones para mantener estable el precio del pollo. En este caso, las beneficiadas fueron 59 firmas por un monto de 44,7 millones de pesos, el 70 por ciento del total de dinero otorgado hasta el momento al sector agroalimentario en su conjunto. El 1º de mayo también se incorporaron al esquema de subsidios las fábricas de aceite comestible y los molinos de harina de maíz, pero, según el informe suministrado por la Oncca, todavía no ha habido ninguna empresa perteneciente a esas ramas que haya recibido dinero.