En medio de controversias y un clima enrarecido, el Indec dio a conocer el cálculo de variación de precios minoristas para mayo, registrando un aumento del 0,4 por ciento en el mes y 3,4 por ciento desde principios de año. Alimentos y bebidas fue el rubro que menos subió en el mes (0,1 por ciento), mientras que Indumentaria fue el que tuvo el mayor salto (1,7 por ciento). La consultora Ecolatina, que fundó y sigue conduciendo desde afuera Roberto Lavagna, estimó que el aumento general de precios fue el mes pasado “no menor al uno por ciento”, concentrada en alimentos y bebidas, con indisimulable sesgo ideológico y sin dar mayores fundamentos técnicos. Desde las filas gremiales del Indec también apuntaron contra el índice oficial, acusando una vez más a la funcionaria puesta por el secretario de Comercio en el área de Precios al Consumidor de “retocar” las muestras.

La inflación mensual promedio desde el inicio del año fue del 0,7 por ciento. “No es una inflación baja, sobre todo cuando no hay motivos que justifiquen que haya inflación”, advirtió Roberto Dvoskin, ex secretario de Comercio Interior y especialista en mercados minoristas, quien en cambio advirtió que “se está corriendo el eje de la discusión: en vez de ver el problema de la inflación, seguimos discutiendo sobre la credibilidad del Indec”.

Según subrayó Dvoskin, abril y mayo son meses de inflación baja por razones estacionales. “Con una inflación anual del 10 o 12 por ciento, una variación del 0,4 para mayo no es un resultado extraño, ni bajo”, opinó. Sin embargo, Ecolatina denunció “una aceleración de la inflación por el incremento de precios de alimentos y bebidas”, rubro que explicaría “más de la mitad de la inflación real”. La consultora de Lavagna explicó que el fenómeno surge de una “demanda sostenida con escaso margen de incremento de la oferta”, que en el rubro alimentos reconocería como principal restricción los problemas de la producción en el sector primario. “La situación es crítica en bovinos, verduras y, en menor medida, en lácteos”, asegura Ecolatina.

No es lo que reflejan los resultados de la encuesta del Indec ni la apreciación de Dvoskin –que formó parte del mismo gabinete económico que Lavagna, uno en Comercio y otro en Industria, en el gobierno de Raúl Alfonsín–. “Hay una sensación térmica de que todos los precios suben, pero en el comercio minorista no se notó este último mes ninguna tensión especial de la demanda sobre la oferta de alimentos. Algunos precios pueden haber subido un 10 por ciento, pero muchos otros se mantuvieron estables. Eso, en los índices, es lo que resulta en un aumento del 0,4 por ciento, que no es poco”, describió Dvoskin.

Considerando la evolución de los primeros cinco meses del año, se observan aumentos importantes en productos esenciales como quesos (cuartirolo, 34,1 por ciento, y pate-grass, 17,2), filet de merluza fresco (21,6), huevos (16,9) y pastas (ravioles, 18,3). Pero en mayo, salvo quesos, se han mantenido relativamente estables, incluso con alguna baja (frutas y pan, por caso).

El rubro Indumentaria reflejó parcialmente el impacto del cambio de temporada, ya que los primeros fríos recién se hicieron sentir hacia la última semana del mes. De cualquier modo, Ropa (1,9) y Calzado (2,2) tuvieron variaciones mensuales importantes, aunque no tan significativas tratándose de un mes de cambio de estación.

El aumento en el precio de los alquileres, del 1,4 por ciento en el mes y 8,6 por ciento desde principios de año, es una señal de alarma y refleja cierto abuso de parte de propietarios e inmobiliarias, ubicados en posición de poder frente a necesidades habitacionales que superan la disponibilidad de viviendas, sobre todo en el área metropolitana de Buenos Aires. Desde diciembre, el aumento en los alquileres que computa el Indec llega al 8,6 por ciento, equivalente a la suba del índice de precios al consumidor en los últimos doce meses (8,8 por ciento).