Durante la primera mitad del año, las provincias registraron un superávit primario consolidado de 2300 millones de pesos, pese a los mayores gastos destinados a pagar aumentos de salarios a los empleados públicos. Según un estudio de la consultora Economía y Regiones, el conjunto de los distritos del interior experimentó un superávit financiero (luego del pago de intereses) de 900 millones de pesos.

El análisis precisa, además, que sólo la región Pampeana arrojaría déficit fiscal en el período, mientras la región Patagónica cerraría el semestre en equilibrio tras el pago de intereses. El resto de las regiones mostraría superávit tanto operativo como financiero.

Sin embargo, la consultora advirtió que “como viene observándose desde el primer trimestre de 2005, las finanzas públicas provinciales continúan en la senda de desahorro fiscal”.

El consolidado de los superávit primario y financiero habría resultado en el primer semestre un 22 y un 46 por ciento inferiores, respectivamente, frente al mismo lapso de 2006. Para Economía y Regiones “la contracción del superávit es sistemática en la mayoría de las jurisdicciones y encuentra su principal causa en la recomposición generalizada de los salarios de los empleados públicos”. El gasto de las provincias en personal creció 32 por ciento interanual en el semestre, mientras la erogación en obra pública se expandió 45 por ciento en igual período.