Anoche cerca de las 23, casi siete horas después de la hora prevista para su difusión, el Indec publicó el índice de inflación nacional, que mide la evolución de los precios en ocho aglomerados urbanos del interior del país y que desde principios de año difiere notablemente del IPC del área metropolitana (Capital y Gran Buenos Aires), controlado por Guillermo Moreno. En agosto, el “IPC nacional” arrojó, según el Indec, 0,8 por ciento, frente al 0,6 por ciento que marcó el mes pasado en el área metropolitana. Sin embargo, en San Luis la inflación llegó al 3,3 por ciento, cinco veces más que el IPC que el Gobierno toma como referencia de la inflación. En Mendoza llegó al 1,5 por ciento, en Santa Fe al 1,1 por ciento, al igual que en Catamarca, y en Córdoba fue del 1 por ciento.

Según técnicos del organismo, la inusual demora se debió a que desde la cúpula del Indec ordenaron una “revisión de último momento” sobre las cifras de inflación de San Luis y Mendoza, habida cuenta de las enormes diferencias que muestran con los registros de Capital y Gran Buenos Aires. Tal revisión habría implicado un recorte en la inflación calculada inicialmente para Mendoza. Los relevamientos de precios en el interior del país son efectuados por las direcciones de estadísticas provinciales, que actúan de manera autónoma respecto de la Dirección de Precios al Consumidor del Indec, a cargo de Beatriz Paglieri, la cuestionada funcionaria designada por Moreno.

Con los últimos datos, en los primeros ocho meses del año, la inflación acumulada en San Luis supera el 16,5 por ciento, mientras que en Mendoza ronda el 15 por ciento, datos que contrastan con una inflación del orden del 5 por ciento para el área metropolitana. En ambas provincias, la mayor parte de la suba de precios se explica por el rubro alimentos y bebidas.

Por su parte, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, aportó su cuota a la polémica con una frase para el recuerdo: “En verdad, en la Argentina no existe inflación”, afirmó. Luego explicó que “la inflación supone un alza generalizada de precios. Descubren que la papa sube y entonces todos hablan de la papa, pero que la papa sube no quiere decir que haya un aumento generalizado de precios”, aseguró.

Fernández sostuvo, además, que “en la Argentina no hay controles de precios, sino acuerdos de precios con grandes comercializadoras y grandes fábricas”, aclaró. Y en ese sentido, denunció “una formidable acción que montan algunos medios para tratar de dejar descolocado al Gobierno, pero que no tiene ningún asidero ni correlato con la realidad”. El jefe de Gabinete invitó a quienes “no creen en el Indec” a consultar los informes de evolución de precios en los hipermercados en los últimos doce meses “y verán que las cosas no son como dicen los que se ponen la camiseta amarilla o hacen marchas frente al Indec”, señaló, en obvia alusión a los candidatos de Macri, que hicieron campaña en una verdulería mostrando un índice de precios de elaboración propia.