El ministro de Economía, Miguel Peirano, viajará mañana a Washington para participar de la Asamblea Anual del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial, en una visita que reabrirá el debate por la renegociación de la deuda de 6300 millones de dólares que el país mantiene con el Club de París. El Gobierno se manifestó dispuesto a cancelar ese pasivo en cuotas, pero se niega a firmar previamente un acuerdo marco con el FMI, como exigen los europeos. “No daré mi opinión sobre algo que no ha sido propuesto por las autoridades argentinas antes de que lo hagan”, señaló ayer Rodrigo Rato, quien permanecerá al frente del FMI hasta el próximo 3 de noviembre. El funcionario sostuvo también que la Argentina es un “ejemplo de normalización”, pero volvió a señalar que el país necesita “reformas estructurales” para salir adelante definitivamente.

Hace dos semanas, una fuente del gobierno estadounidense dijo a la prensa que para Washington no será necesario que el gobierno de Buenos Aires llegue a un acuerdo formal con el FMI sino que bastaría con un “entendimiento político” con el organismo. En cambio, el Instituto de Finanzas Internacionales, la mayor asociación de banca del mundo, insistió el jueves en que un acuerdo de la Argentina con el FMI debería ser una condición previa para la renegociación de la deuda con el Club de París. Esta renegociación es clave, pues un arreglo abriría la posibilidad de que las empresas europeas radicadas en la Argentina reciban financiamiento de los bancos que operan en sus países de origen.

Además de reunirse con Rato, Peirano tiene agendado para el domingo un encuentro con el designado director gerente del FMI, el francés Dominique Strauss-Kahn, junto a otra serie de reuniones con autoridades del Banco Mundial e inversores. Otro de los puntos fuertes de la visita del ministro a Washington podría ser la entrevista con el secretario del Tesoro de los Estados Unidos, Henry Paulson, pero ésta aún no fue confirmada.

Si bien el titular del Palacio de Hacienda ya estará en la capital estadounidense el jueves, la actividad fuerte comenzará el viernes, con la reunión que mantendrá con sus pares de los países del Grupo de los 24. El G-24 tiene por objetivo coordinar la posición de los países en desarrollo sobre aspectos monetarios y de financiamiento internacional, y asegurar que sus intereses estén adecuadamente representados en las negociaciones sobre temas monetarios. Además, las asambleas anuales del FMI-BM son precedidas por reuniones del Comité Monetario y Financiero Internacional (CMFI) y del Comité para el Desarrollo.

A partir del sábado está previsto que se traten en el FMI dos temas de interés para la Argentina: la creación de una línea de refuerzo de reservas y la reforma del sistema de votación del organismo, una de las promesas hechas por Strauss-Kahn antes de ser designado director gerente.

La llegada de Peirano estará precedida por una conferencia de prensa que realizarán los tenedores de bonos que no aceptaron el canje de deuda. El grupo que preside Robert Shapiro tiene previsto hacer “lobby” en Washington para reclamar que la Argentina reabra las negociaciones con los tenedores de bonos que no entraron al canje. Este reclamo ha perdido fuerza luego de que la Corte Suprema de los Estados Unidos rechazara, a comienzos de mes, bloquear remesas de dinero que el Banco Central tiene en la Reserva Federal de Nueva York, medida impulsada por dos fondos buitre.