La industria hizo en agosto un aporte significativo al crecimiento económico, que volvió a escalar a un nivel muy alto. La expansión fue de 9,2 por ciento respecto de igual mes del año pasado y del 1,5 en comparación con julio último. En el ranking del año, se acomodó en el segundo lugar. Una vez superados los problemas de abastecimiento energético, el sector fabril logró recuperar terreno en ese mes. El incremento de su actividad se sumó al boom del consumo, que ya venía traccionando la economía los meses anteriores. En cambio, otros dos sectores claves, el financiero y el rural, tuvieron menor relevancia, debido a las repercusiones de la crisis en los mercados internacionales y a la finalización de la cosecha gruesa. Por ese motivo, trabajadores del Indec y algunos economistas advirtieron sobre una eventual manipulación del indicador.

El consenso del mercado, medido por el Banco Central en sus encuestas entre consultores privados, bancos y universidades, arrojaba para agosto un crecimiento del 8,3 por ciento. La distancia con el 9,2 por ciento del resultado oficial fue llamativa, aunque en otras oportunidades también hubo una brecha importante entre los pronósticos del sector privado y los datos del Indec. La diferencia en este caso es la crisis de credibilidad del organismo, que se extendió al área de Cuentas Nacionales que elabora el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE). En ese departamento hubo denuncias de presiones para modificar la metodología habitual de confección del índice. Nada de eso se puede comprobar con la lectura del comunicado del Indec, que sólo muestra los resultados –como es usual– sin ninguna otra explicación.

El EMAE reúne varios de los indicadores que se utilizan para medir la evolución del Producto Interno Bruto (PIB). Es un índice que anticipa ese dato más abarcativo, en cuya presentación sí aparecen todas las explicaciones sobre los factores que determinan el comportamiento de la economía. Más allá de las dudas que puedan surgir por el alza de agosto, no hay discusiones respecto de la tendencia de fuerte expansión que conserva la economía. Ya van 57 meses ininterrumpidos de avance del EMAE.

Entre enero y agosto, la suba acumulada en relación con el acumulado del mismo período de 2006 llegó al 8,5 por ciento. Es el número más alto en lo que va del año. Las proyecciones para todo el 2007 de economistas del sector privado rondan entre 8,3 y 8,5 por ciento de crecimiento. A comienzos de año, esos mismos analistas anticipaban un aumento del PIB de entre 7,5 y 8 por ciento.

Después de la caída de 10,9 puntos en el PIB del año 2002, la recuperación encadenó subas de 8,8 en 2003, 9 en 2004, 9,2 en 2005 y 8,5 en 2006. Este año se perfila con otro incremento superior al 8 por ciento. A pesar de ello, el Gobierno elaboró el proyecto de Presupuesto 2008 con una estimación de crecimiento de sólo 4 puntos, que se alcanzarán prácticamente con el arrastre estadístico de este año.

En agosto fue clave el desempeño de la industria. Después de haber crecido sólo 2,7 puntos en julio por las dificultades de suministro energético, el sector fabril pegó un salto de 9,7 por ciento en agosto. Esa suba habría compensado la desaceleración del sector financiero, cuya actividad estuvo en el podio de las que más crecieron desde comienzos de año, pero que en agosto se vio afectada por la crisis financiera internacional. El sector rural también tuvo un aporte menor, a raíz de la finalización de la cosecha gruesa.

Lo que siguió siendo el principal motor de la economía fue el consumo. La consultora Economía & Regiones destacó, por ejemplo, que las ventas en supermercados crecieron en volúmenes 14,6 por ciento en el acumulado enero-agosto en relación con igual período de 2006. “Es el mejor registro desde el inicio de la recuperación económica”, precisó. El aumento del mínimo no imponible de Ganancias –y el proyecto para Bienes Personales–, la suba de jubilaciones, de asignaciones familiares y del salario mínimo a partir de septiembre aseguran la continuidad del fuerte crecimiento en el último cuatrimestre del año.