ECONOMíA › IMPONEN RESTRICCIONES A LA SALIDA DE DOLARES PARA CUIDAR LAS RESERVAS
Cierran la caja para poder pagar la deuda
Sin respaldo del Fondo y con un calendario de vencimiento atemorizante hasta las elecciones, la conducción económica optó por el camino que hasta ahora se resistió a tomar. Amplió los controles a la salida de divisas y obliga a los exportadores a liquidar en el BCRA.
Por Claudio Zlotnik
Ante el fracaso de las negociaciones con el Fondo Monetario, el Gobierno amplió el control de cambios con el objetivo de cuidar cada dólar de las reservas del Banco Central. Anoche, el BCRA dispuso que quienes quieran comprar más de 100 mil dólares mensuales necesitarán una expresa autorización de la entidad monetaria. También prohibió la adquisición de acciones extranjeras con cheques, que sólo podrán comprarse con dólares billete. Las nuevas medidas se tomaron en el marco de los vencimientos de deuda que se avecinan. Si quiere evitar el default con los organismos internacionales, el Gobierno tendrá que desprenderse de 2098 millones de dólares hasta fin de año. Pero la situación se complica en los meses siguientes: hasta marzo de 2003, fecha fijada para las elecciones presidenciales, los pagos impostergables a los organismos ascenderán a 4623 millones de dólares, exactamente la mitad de las reservas del Banco Central. Y el panorama será más sombrío si el FMI se niega a patear hacia adelante compromisos por otros 2788 millones que vencen entre noviembre y marzo.
Ante este cuadro, el Central dispuso diversas medidas ajustando el control de cambios. A principios de semana bajó de 500 mil a 200 mil dólares el límite por sobre el cual los exportadores deben liquidar obligatoriamente sus divisas en la ventanilla del BCRA. También disminuyó la cantidad de dólares para abastecer el mercado oficial. Anoche, Aldo Pignanelli tomó otras dos iniciativas de fuerte impacto:
- Las empresas, bancos o personas físicas que quieran comprar más de 100 mil dólares mensuales deberán contar con un permiso especial del Central. De esta manera, la autoridad monetaria intenta poner coto a la especulación de los grandes operadores.
- Dispuso que la compra de “títulos valores” extranjeros tendrán que pagarse en dólares. Esta medida está dirigida a cortar un circuito de fuga de divisas que se había armado en la city porteña: la adquisición de acciones extranjeras con cheques del corralito que después se liquidaban en el exterior contra el pago de dólares.
El telón de fondo de estas medidas es el fracaso de las conversaciones con Horst Koehler y Anne Krueger. Por un lado, el Gobierno teme que este traspié agite el mercado cambiario impulsando una suba del dólar y por ese motivo impone restricciones a las operaciones. Por el otro, subyace la idea que debe cuidarse cada dólar de las reservas para hacer frente a los vencimientos de la deuda y evitar el default.
Sin embargo, el cumplimiento de las obligaciones financieras con los organismos ya generó una fuerte discusión en el seno del propio Gobierno. Reaparecieron las voces que alientan la cesación de pagos con el FMI, el BID y el Banco Mundial para resguardar las menguadas reservas del Central. El debate de fondo gira en torno a lo que pudiera ocurrir con el tipo de cambio en caso de que el Central pierda reservas. En el Palacio de Hacienda advierten que el dólar podría mostrar una ligera suba si se atienden los pagos de la deuda, según admitió a Página/12 un estrecho colaborador de Roberto Lavagna.
Mientras tanto, en la city ya sacan cuentas. Teniendo en cuenta la sangría de dólares del Central para el caso de que se pague la deuda con los organismos, en dos bancos consultados por este diario estimaron que el dólar llegaría a 4,30 pesos hacia fin de año, en línea con el cierre de ayer en el Indol (mercado del dólar futuro). Esta simulación prevé que la oferta de divisas por parte de los exportadores se mantendrá constante, algo poco probable ya que las liquidaciones tienden a disminuir hacia el último trimestre del año.
A pesar de que el Fondo postergó un año el vencimiento de 2655 millones de dólares, este mes habrá que abonar en total otros 223 millones a ese organismo, al BID y al Banco Mundial: 153 millones en concepto de capital y otros 70 millones de intereses. Octubre aparece como un mes un poco máscomplicado en materia de vencimientos, ya que habrá que abonar 614 millones de dólares. Además de los compromisos con los organismos multilaterales, ese mes Economía debe afrontar el pago de 70 millones por préstamos bilaterales y otros 250 millones en concepto de un bono global que cuenta con la garantía del Banco Mundial. En caso de que el Gobierno desista de este pago, el BM saldrá en su rescate. Pero Economía contará con 60 días para ponerse al día con el organismo; caso contrario, entrará en default automáticamente.
Sin lugar a dudas, el peor mes será noviembre. El Palacio de Hacienda sólo podrá reclamar la postergación de 133 millones de dólares, sobre un total de vencimientos de 1128 millones. Es decir, Lavagna tendrá que desembolsar sí o sí 995 millones. En diciembre, en tanto, vuelven a caer las obligaciones. El último mes del año deberán abonarse 266 millones: 163 millones por vencimientos de capital y 103 millones de intereses.
En caso de que se superen todas estas vallas, el año 2003 no aparece con mejores perspectivas. En enero deberán pagarse 1794 millones de dólares (998 millones al Fondo, 781 millones al BID y 15 millones al BM). En febrero, otros 190 millones, y en marzo otros 3196 millones, aunque de este último total, 2655 millones podrían postergarse hasta 2004. En el mejor de los casos, la Argentina resignará 4623 millones de dólares en siete meses, casi la mitad de las reservas actuales de 9163 millones. Demasiado dinero si antes no se cambia la actual dinámica de la crisis, que descarta tanto un acuerdo con el FMI como la recuperación de la economía.