ECONOMíA › VIAJAN NIELSEN Y PIGNANELLI PARA SEGUIR NEGOCIANDO
No hay plan B, pero tampoco A
El Gobierno salió ayer a desmentir que estuviese estudiando un “plan B”, para el caso de que no se llegara a un acuerdo con el Fondo. “Es un absurdo pensar que la Argentina pueda quedar fuera de la economía internacional: ningún país puede vivir sólo con lo suyo, basta recordar los casos de Rusia y los ex países comunistas”, afirmó el presidente Duhalde, quien, además, dijo que los candidatos que critican al Fondo “ya le están prendiendo una vela a la Virgen para que de una vez” se logre un acuerdo. Ayer, el ministro Roberto Lavagna volvió a reunirse con la misión del FMI para terminar de puntear los temas de la agenda que abordará, el lunes próximo, en Londres, el secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen, con la número dos del organismo, Anne Krueger, y el subsecretario del Tesoro, John Taylor. La novedad es que de las negociaciones que se llevarán a cabo la semana próxima en Washington también participará el titular del Banco Central, Aldo Pignanelli, hoy “aliado” de Lavagna.
A veces los contrastes son grotescos, como ayer. Mientras en Brasilia la administración Cardoso celebró que el FMI aprobara oficialmente un préstamo de 30.400 millones de dólares a Brasil, el mayor de su historia, en Buenos Aires, hasta el propio Duhalde tuvo que salir a explicar que no rompería con el organismo, pese a que las negociaciones se prolongan indefinidamente. El crédito a Brasil contempla, además, un desembolso inmediato de 3000 millones, a un mes de la elección presidencial.
Ayer por la mañana, Lavagna se reunió, antes de que partiera de regreso, con el jefe de la misión fondomonetarista, el inglés John Thornton, para repasar las “tareas pendientes”: amparos; solución para la reprogramación de depósitos; ajuste de las tarifas de servicios públicos; reestructuración de la banca pública. Y de los frentes abiertos por el Congreso y la Corte: aplicación del CER y de las ejecuciones bancarias; y la forma de pago de la restitución del 13 por ciento a empleados públicos y jubilados.
Esa agenda volverá a ser tratada el lunes por Nielsen con Krueger y Taylor en Londres, en un aparte de la reunión preparatoria de la asamblea anual del FMI. Es mismo día, en tanto, Pignanelli estará en Basilea, en una reunión especial de los presidentes de bancos centrales en la que se abordará el caso argentino. Entre el miércoles y jueves, Nielsen y Pignanelli se encontrarán en Washington, donde seguirán negociando con las autoridades del Tesoro y del Fondo Monetario.
Sin embargo, más allá de esa agenda, el Gobierno a pleno debió desmentir que estuviese resignado a no conseguir un acuerdo global con el Fondo. En especial, después de las duras declaraciones del titular del organismo, Horst Koehler, quien el jueves afirmó que todavía no había visto un plan “integral y coherente” que permitiera “crear las bases para una estabilidad sustentable”.
“Es fundamental para el próximo gobierno que la Argentina pueda reingresar a la comunidad internacional, de la que realmente hoy está excluida”, sostuvo Duhalde, al negar que esté buscando un plan alternativo a un acuerdo con el Fondo. En igual sentido, el jefe de Gabinete, Alfredo Atanasof, señaló que “el Gobierno tiene un único plan para salir de la crisis, que es el que está desarrollando”. Y consideró “una muy buena señal en dirección al acuerdo” la decisión del Fondo de prorrogar el vencimiento de 2700 millones de setiembre. Atanasof dijo, de paso, que todas las políticas de Lavagna “son absolutamente respaldadas por todo el Gobierno”, una forma de responderle al propio ministro, que últimamente se viene quejando de que no encuentra mucho entusiasmo en la dirigencia política por firmar con el Fondo.