La demanda de energía eléctrica creció 4,9 por ciento en enero con respecto al mismo mes de 2007, superando de esta manera las anteriores marcas record de julio y agosto del año pasado. Así lo afirmó ayer por medio de un informe la Fundación para el Desarrollo de la Energía Eléctrica (Fundelec). No obstante, según el mismo comunicado, se registró en enero una merma en el consumo de potencia de entre 600 y 800 megavatios respecto de julio y agosto de 2007. En base a la evolución del verano, los analistas y expertos del sector mantienen sus dudas respecto de la posibilidad del sistema energético de afrontar el invierno.

El documento de Fundelec explica que el mayor registro mensual histórico de demanda energética anotado el mes pasado se produjo en coincidencia con “temperaturas mayores a las históricas”. La media de enero fue de 25,6 grados centígrados, mientras que en igual período de 2007 había sido de 24,6 y la histórica del mes es de 24,8 grados. Con esto se explica, en parte, el incremento de una demanda total de energía que pasó de 8743,2 gigavatios por hora (GWh) en enero de 2007 a 9175,7 GWh del mismo mes en 2008. A su vez, también aumentó el consumo entre diciembre y enero últimos en un 2,9 por ciento. Sin embargo, el informe asegura que esta suba de la demanda de energía no implicó un consumo de potencia superior, ya que se registraron en promedio entre 600 y 800 megavatios menos que en los meses de julio y agosto de 2007, que fueron los más críticos.

En suma, se dieron dos fenómenos. Por un lado, la baja del consumo de potencia y, por el otro, el aumento de la demanda de energía. En términos simples, mientras que la “potencia” hace alusión a la demanda en un instante preciso, la “energía” se vincula con el consumo abarcando períodos largos. De esta manera, las dos situaciones que podían aparentar ser opuestas para producirse en un mismo momento se vuelven compatibles. En efecto, lo que sucedió fue que con una mayor demanda de energía a lo largo de enero de 2008, se produjo un “reacomodamiento” de los picos de demanda de forma tal que se dispersó el consumo de potencia nocturno moderando la exigencia que esto implicaba sobre el sistema energético.

Estas modificaciones se vinculan directamente con la aplicación del plan de uso racional de energía, en particular, con el cambio en el huso horario. A partir del mismo, se corrió el pico de demanda desde el intervalo de las ocho a nueve de la noche hacia el lapso entre las nueve y media y diez y media dándoles cierta holgura a los generadores.

“Al no aumentar el consumo de potencia, no se requiere una mayor capacidad instalada, que hoy en Argentina puede tolerar un consumo máximo de 18.400 megavatios aproximadamente. Sin embargo, por la suba de la demanda de energía, lo que sí se necesita es una mayor cantidad de combustibles que la satisfagan”, aseguró un consultor a este diario. En este sentido, Fundelec remarcó que la demanda incrementada fue cubierta con un mayor aporte de origen térmico (65,7 por ciento), aprovechando la disponibilidad de combustibles en verano. La contribución hidroeléctrica, en tanto, cubrió 26,7 por ciento y la nuclear 7 por ciento, mientras que la importación representó sólo 0,1 por ciento de la demanda total.

El lunes, Cristina Fernández de Kirchner aseguró que el país estaba ahorrando cerca de 600 megavatios gracias a la aplicación del plan de uso racional de energía. Si bien lo anunciado por la Presidenta se corresponde con los datos de Fundelec, eso es sólo una parte de la información. El aumento registrado en la demanda de energía, tanto intermensual como interanualmente, es la otra cara de la moneda. Por eso habrá que esperar al invierno para observar cuál es la respuesta del sistema energético en los momentos de mayor exigencia. Las fuentes consultadas por este diario no son concluyentes al respecto y tienen opiniones encontradas.