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La opinión de economistas de distintas corrientes consultados por Página/12 coincide en que la liberación parcial de las restricciones anunciada por Roberto Lavagna no se traducirá en mejora de la actividad, pero que por la magnitud de dinero en juego tampoco generará mayores turbulencias sobre la inflación y el tipo de cambio.
Martín Hourest, economista de la CTA: “Los 1400 millones de pesos que quedarán liberados de las restricciones no alcanzarán para producir mayores sobresaltos financieros. Si este dinero fuese exclusivamente al consumo representaría menos del uno por ciento del PIB, el equivalente a la devolución de 7 meses del descuento salarial del 13 por ciento. La diferencia es que va a otro tipo de demanda. En parte puede ir a saldar compromisos anteriores o al consumo de sectores medios o medios-altos. Puede que sirva marginalmente para detener la caída de sectores que ahora vienen en picada, como el automotor, pero no para reactivar. Tampoco debería alcanzar para afectar al mercado cambiario. El problema es que sin un estricto control de cambios esta masa de liquidez podría provocar alguna especulación o remezón de corto plazo.”
Norberto Sosa, economista de Raymond James: “Los fondos que van a liberarse son en su mayoría dinero de ahorro. En el actual contexto, lo más probable es que vaya a dólares o a depósitos de alto rendimiento, porque el ahorrista seguirá privilegiando la preservación de su poder adquisitivo. Además, 1400 millones de pesos como efecto total no tiene por qué generar turbulencias ni desestabilizar el sistema. Lo que aquí debe tenerse en cuenta es que cualquier mejora de la actividad, en cualquier contexto, está directamente vinculada a la confianza y capacidad de crédito. Más liquidez sin confianza significa un traspaso a dólares. Con estas medidas, el Gobierno solo hace un ajuste fino sobre variables secundarias sin alterar el status quo de fondo. Hay que tener en cuenta que no existen precedentes de economías que se reactiven sin restablecer el crédito.”
Miguel Bein, ex secretario de Programación Económica: “Se trata de una medida básicamente política que no tendrá efectos sobre el nivel de actividad. Los problemas de consumo no están hoy vinculados a la disponibilidad o no de estos recursos. Además, el impacto monetario negativo es bajo en relación al impacto político positivo, pues la medida alcanza a más de 600 mil ahorristas. En este contexto, si el 50 por ciento del dinero liberado va a divisas se estaría frente a una demanda de 200 millones de dólares, que el Banco Central podría resolver vendiendo apenas lo que recuperó en las últimas dos semanas. En contrapartida, Duhalde podrá decir que liberó el corralito, aunque desde el punto de vista real, de cantidad de dinero, el efecto sea limitado.”