Los cambios y ampliaciones anunciados por el secretario del Tesoro, Henry Paulson, en el megasalvataje provocaron una nueva ola de desconfianza acerca de la efectividad del primer tramo del programa. Las Bolsas de todo el mundo volvieron ayer a derrumbarse. Wall Street encabezó el derrape con una caída del Dow del 4,7 por ciento. En Europa las bajas fueron más moderadas, mientras que en la región, las plazas de Brasil y Argentina perdieron 7,8 y 5,5 por ciento, respectivamente. Los papeles bancarios fueron los más castigados, debido a que Paulson reconoció que el salvavidas no llegará a la deuda tóxica de los balances de esas entidades.

Paulson admitió que el gobierno estadounidense desistió de utilizar los 700.000 millones de dólares para comprar deuda hipotecaria de riesgo (ver aparte). La respuesta del mercado fue un retroceso de 4,7 por ciento en el índice accionario de empresas industriales Dow Jones. Por su parte, el indicador tecnológico Nasdaq cedió el 5,2 por ciento.

A los dichos del titular del Departamento del Tesoro norteamericano se sumaron algunas previsiones sobre balances corporativos con menores utilidades que las previstas, un barril de petróleo cotizando a 56 dólares (ver aparte) y la caída de las ventas del sector automotor. De hecho, las acciones de General Motors tuvieron una leve recuperación cuando las versiones llegaron a dar cuenta de un salvataje público, lo que fue descartado luego por Paulson (ver aparte).

La jornada negativa comenzó temprano en Asia. La Bolsa de Tokio perdió 1,3 por ciento, luego de que el grupo energético japonés Inpex redujera sus expectativas de ganancias. Luego siguió en Europa, tras un inicio en alza y un cambio de rumbo a mitad de rueda. La jornada concluyó en el Viejo Continente con una pérdida en torno del 3,1 por ciento en París, Amsterdam, Francfort, Zurich, Madrid y Estocolmo.

En la Argentina los balances bancarios mostraron el impacto de la crisis con resultados operativos negativos. Algunos llegaron a perder en el último trimestre la ganancia acumulada en todo el año. El español Santander logró un trimestre positivo de 115 millones de pesos, mientras que el resto de las entidades apenas logró mantener el resultado ordinario positivo, salvo la financiera Euromayor y el Banco Hipotecario. Bajo ese contexto, el mercado porteño se desplomó 5,5 por ciento hasta los 1008,2 puntos.

La plaza cambiaria finalizó en calma y cerró en los mismo niveles de los últimos días, a 3,32 pesos al público. El Banco Central aprovechó la estabilidad del mercado para recomponer reservas e incrementó el stock en 75 millones de dólares a 45.516 millones.