La visita de la Mesa de Enlace agropecuaria al Senado, donde los dirigentes patronales se entrevistaron con toda la oposición, causó cierta preocupación y malestar en las primeras filas del Gobierno. Para la Casa Rosada, la prolongada audiencia que mantuvieron Eduardo Buzzi, Mario Llambías, Hugo Biolcati y Carlos Garetto con los legisladores opositores confirmó las prevenciones oficiales sobre las motivaciones más profundas de las entidades rurales: “Se comportan como dirigentes de la oposición”, dijeron a Página/12 desde el entorno del ministro del Interior, Florencio Randazzo, uno de los negociadores del Gobierno con el sector.

La posición del Ejecutivo fue transmitida públicamente por el diputado cordobés Alberto Cantero Gutiérrez. “Aprovechan al sector del agro para sus propios fines mediáticos y electorales”, cuestionó el legislador del Frente para la Victoria a los bloques de la oposición.

La presencia de los cuatro dirigentes en el Congreso al día siguiente de la reunión con el Gobierno alimentó la impresión que reina en el Ejecutivo en esta nueva etapa del conflicto rural. Para los funcionarios involucrados en la negociación, la Mesa de Enlace no sólo está preocupada por los intereses de sus representados. Sobre todo, estaría decidida a influir en la campaña electoral favoreciendo a los candidatos más permeables a sus demandas: centralmente, las dos coaliciones opositoras.

La postura de la Casa Rosada quedó sintetizada en las declaraciones que brindaron ayer desde el mismo Congreso el diputado Cantero y la secretaria del bloque del FPV, Patricia Fadel. “Es un intento de quienes no tienen proyectos para el país orientado a profundizar los conflictos en una instancia de diálogo”, advirtieron Cantero y Fadel.

Sin referirse a las organizaciones del campo en forma explícita, también la Presidenta deslizó un mensaje hacia la Mesa de Enlace. “Nunca los intereses sectoriales pueden primar sobre los del conjunto porque se desintegraría la sociedad”, dijo Cristina Fernández de Kirchner (ver aparte).

El Gobierno siguió con interés lo que sucedía en la audiencia del Senado, aunque no cambió las rutinas. A la tarde, mientras tenía lugar la audiencia de los ruralistas con los legisladores de la oposición, el ministro Randazzo se trasladaba a Olivos para reunirse con la Presidenta. Anteayer, el titular de la cartera del Interior tuvo un rol importante en la reunión con Buzzi, Biolcati, Llambías y Garetto.

A la salida de la entrevista, los cuatro dirigentes destacaron que el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, no hubiera participado de la conversación. En la lectura de los ruralistas, la reunión había sido un avance porque no había estado ningún “halcón” (en referencia a Moreno). Sin embargo, también dejaron trascender alguna molestia por la presencia de Randazzo, quien les había dedicado declaraciones algo críticas en los días previos.

Más allá de la molestia de los dirigentes rurales, la participación de Randazzo en la negociación no correría ningún riesgo. Más bien todo lo contrario. “La función de Randazzo es muy importante. El incorpora la política a la negociación”, aseguró a Página/12 un dirigente del oficialismo que suele comunicarse frecuentemente con el ex presidente Néstor Kirchner.