Jueves, 26 de febrero de 2009 | Hoy
EL MUNDO › TALIBáN EDUCADOS EN GRAN BRETAñA PELEAN EN AFGANISTáN
El Servicio de Inteligencia MI5 estimó que hasta cuatro mil musulmanes viajaron desde Londres a Islamabad y Kabul para entrenarse militarmente. Los soldados se ven ante una “mini-guerra surrealista” contra islamistas británicos.
Por Kim Sengupta *
Los soldados británicos están metidos en una “mini-guerra civil surrealista” con un creciente número de jihadistas criados en Gran Bretaña que han viajado a Afganistán para apoyar al Talibán, le dijeron a The Independent altos oficiales del ejército. Las intercepciones de las comunicaciones del Talibán han demostrado que los jihadistas británicos –algunos que hablan “con acento de West Midlands”– están activos en Helmand y otras partes del sur de Afganistán, según documentos preparados por una agencia de seguridad oficial.
El documento establece que aumentó la cantidad de jóvenes británicos musulmanes “aparentemente jihadistas comprometidos” que viajan al exterior para cometer actos extremistas y los destinos más frecuentes son Pakistán y Somalia. El MI5 estimó que hasta 4000 musulmanes británicos viajaron a Pakistán y antes de la caída del Talibán a Afganistán para entrenarse militarmente. La principal preocupación hasta ahora es sobre el rol que algunos de ellos tuvieron en los complots terroristas en el Reino Unido. Ahora hay señales de que están montando misiones contra blancos británicos y occidentales en el exterior. “Estamos involucrados en una mini-guerra civil británica surrealista a unos pocos kilómetros de distancia”, dijo un oficial del ejército.
Somalía también es otro destino para los musulmanes británicos de extracción somalí que han comenzado a combatir al lado de fuerzas islamistas apoyadas por al Qaida. Un británico de 21 años de extracción somalí, que creció en Ealing, al oeste de Londres, se detonó recientemente en la ciudad de Baidoa, matando a veinte personas. El jefe de MI5, Jonathan Evans, planteó el tema de los ciudadanos británicos que están siendo adoctrinados en Somalía, y Michael Hayden, el saliente jefe de la CIA, advirtió que el conflicto en el Cuerno de Africa había “catalizado” a los somalíes expatriados en Occidente.
Pero es en Afganistán donde las fuerzas británicas se están enfrentando directamente con compañeros británicos del otro lado. El avión Nimrod de la RAF volando sobre Afganistán a 40.000 pies escuchó “charlas” de los talibán en las que las voces tienen acentos de Yorkshire y Westmidlands. Inquietante para el ejército, eso aumentó en los pasados meses, y las comunicaciones interceptadas por la vigilancia de tierra y aire muestran la presencia de más voces británicas en la línea del frente talibán.
Se dice que los hombres involucrados tratan de ocultar sus conexiones británicas, pero a veces “caen” en el idioma inglés. Una importante fuente militar dijo: “Hemos estado escuchando mucho más punjabi, urdu, kashmir urdu que solo pashtu, de manera que parece haber más hombres de otras partes de Pakistán luchando con los talibán que sólo los pashtus que tienen alianzas tribales con los pashtus afganos. Es este segundo grupo, los que hablan urdu, punjabi, etc., el que cae en el inglés en, por ejemplo, acentos brummie. Uno tiene la impresión de que les han dicho que no hablen en inglés, pero a veces no lo pueden evitar”.
Algunos de los musulmanes británicos se habían entrenado originalmente en Pakistán para cometer ataques en Cachemira. Pero las fuentes de seguridad dicen que las crecientes amenazas indias, especialmente después de los ataques de Bombay, llevaron a que el gobierno paquistaní ponga un freno a las actividades de los grupos separatistas de Cachemira, de manera que los combatientes están siendo enviados a Afganistán. La cantidad involucrada en Afganistán, muestran los documentos de Inteligencia, son relativamente pocos, docenas en lugar de cientos, pero el modelo del compromiso es un motivo de preocupación.
La semana pasada, durante una visita a Helmand, al canciller David Milliband le mostraron artefactos de explosivos talibán que contenían componentes electrónicos hechos en Gran Bretaña. Un oficial de explosivos dijo que las artefactos habían sido enviados o bien de Gran Bretaña o traídos al país. Había desde unidades de control remoto usadas para hacer volar pequeños aviones de modelaje hasta componentes más sofisticados que podían detonar bombas a más de un kilómetro y medio de distancia.
La evidencia de que hay musulmanes británicos luchando dentro de Afganistán y entrenándose en campos insurgentes en las áreas tribales administradas por Pakistán fue brindada a las autoridades del Reino Unido por los estadounidenses. Estados Unidos aumentó considerablemente la vigilancia dentro de Pakistán como parte de una política más agresiva, incluyendo ataques a través de la frontera por aviones Predator teledirigidos.
Se dice que los estadounidenses plantearon el tema de la conexión de Pakistán, quejándose de que el Reino Unido no estaba haciendo lo suficiente para frenar a los musulmanes radicales. Washington señaló que esto amenaza su propia seguridad, porque los poseedores de pasaportes del Reino Unido pueden entrar a Estados Unidos bajo el programa de exención de visa. El parlamentario conservador Patrick Mercer, presidente del subcomité antiterrorista de la Cámara de los Comunes, que estuvo examinando las actividades de los extremistas musulmanes británicos, dijo: “Conocemos el problema que tenemos con los jihadistas domiciliados en Gran Bretaña. También sabemos que un número de ellos fue arrestado tratando de salir del país. Con los servicios de inteligencia del Reino Unido trabajando tiempo completo, no es sorprendente que algunos de esos jihadistas hayan terminado en Afganistán”.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12
Traducción: Celita Doyhambéhère.
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