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–¿Cuáles son las estimaciones del Ministerio de Economía para este año?

–Comenzamos con el mejor enero de la historia en turismo. El aumento del 23 por ciento en la recaudación del IVA muestra que el consumo está creciendo muy fuerte. Nosotros ya en el último trimestre de 2009 veníamos informando que las perspectivas para el 2010 eran muy buenas. No se puede negar que la demanda de los commodities que produce Argentina va a ser sostenida más allá de los avatares que pueden sufrir algunos países. China, India y el Sudeste Asiático están sosteniendo junto con América latina la tasa del crecimiento del mundo, a diferencia de otras épocas. Entonces vemos que los precios de los commodities van a ser estables y tendientes a la suba en términos reales.

–¿Y el mercado interno?

–Desde fines de 2008, el Gobierno fue tomando medidas muy importantes de política económica que permitieron sortear muy bien el 2009 y prepararnos adecuadamente para el 2010. La administración de los fondos de jubilaciones y pensiones, los aumentos de las jubilaciones, el sistema de paritarias, la preservación de los puestos de trabajo a través del Repro, las políticas comerciales, la asignación universal por hijo y el sostenimiento de la obra pública y la inversión en infraestructura son medidas que, cuando uno las ve en conjunto, explican claramente que hay un plan, que hay capacidad de gestión de la Presidenta y que estamos parados frente al 2010 de una forma muy novedosa. Argentina nunca pudo salir de una crisis con una situación como la de hoy.

–Los economistas coinciden en que el país va a crecer, pero advierten sobre el riesgo que supone una alta inflación.

–Lo que podemos ver es un reacomodamiento de los precios relativos; yo no veo un proceso inflacionario en Argentina. Por ejemplo, tenemos el tema de la carne, que tiene que ver con que hubo dos años de sequía, con que no hubo el engorde necesario durante esos años y es un proceso que se va a ir revirtiendo con las medidas que se están tomando hacia adelante. Pero eso no implica un proceso inflacionario sino el aumento de un precio en concreto. Creo que el tema de la inflación se está intentando instalar entre la gente. Me parece que éste va a ser el año en que quede clara la contraposición entre dos modelos: aquellos que creen que para que a un país le vaya bien cada tanto hay que provocar un ajuste, una caída de los salarios reales y una pérdida del empleo; y aquellos que creemos en que hay que apostar al crecimiento, a que haya más inversión, más productividad y al mismo tiempo que haya más empleo formal mejor remunerado.

–¿Cuál va a ser la evolución de la cotización del dólar este año?

–La misma de los últimos años. Como en todo cambio puede haber alguna tensión, alguna pulseada, pero lo cierto es que el Gobierno y su Banco Central han ido generando las herramientas para poder administrar el tipo de cambio sin sobresaltos. A este Gobierno no lo va a correr nadie con dos tapas de diarios. Tenemos la responsabilidad y las herramientas para seguir administrando el tipo de cambio y nadie tiene que esperar movimientos bruscos del dólar. Va a seguir habiendo ajustes para mantener la competitividad, para permitir que la empresas argentinas no estén en inferioridad de condiciones en la competencia internacional, que se siga generando sustitución de importaciones y empleo; pero no va haber ningún cambio brusco.