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Los que ocuparon la mayor parte del tiempo fueron los funcionarios del equipo económico. Los integrantes del staff del Fondo Monetario escuchaban atentos, tomaban nota y puntualmente expresaron su opinión, de manera contundente. Jorge Remes Lenicov, acompañado de sus principales colaboradores –Jorge Todesca, Oscar Lamberto y Lisandro Barry–, dedicó la mañana a atender a la delegación fondomonetarista que esta vez encabezó Claudio Loser, responsable para el Hemisferio Occidental de dicho organismo.
El equipo económico debió desplegar ayer con minuciosidad su propuesta en materia de presupuesto nacional y su estrategia para reducir el gasto de las provincias, el paso a un mercado de cambios único con paridad flotante, y las medidas que piensa tomar para eliminar las restricciones al movimiento de depósitos y pesificación de créditos en el sistema financiero. Según una fuente del Palacio de Hacienda, las principales diferencias entre ambas partes surgieron al considerar el momento a partir del cual debería dejarse flotar el dólar. Y el debate volvió a centrarse en si el Gobierno debería recibir asistencia financiera previamente a declarar la flotación, o esta última es un requisito previo al otorgamiento de la ayuda.
Desde Washington, un vocero del Fondo intentó mostrarse más contemplativo. Thomas Dawson, portavoz del organismo internacional, reconoció que “el objetivo de la unificación del mercado cambiario es compartido” entre las autoridades argentinas y el Fondo. Y agregó que la institución ha aprendido, a lo largo de los años, “la importancia de una secuencia ordenada y la preparación que se requiere para reformas de este tipo”. Señaló, asimismo, que se tomará en cuenta el criterio del gobierno argentino en cuanto a que la unificación hacia un tipo de cambio flotante podría llevar “varios meses”. “No creo que nadie esté buscando acciones precipitadas”, sostuvo. “Estamos viendo con ellos la naturaleza de su programa, y luego veremos cómo podemos ayudarlos financieramente”, sostuvo, pero agregó que “aún es prematuro” hablar del monto del apoyo financiero. Dawson aclaró que la actual “no es una misión negociadora”, sino que simplemente está aconsejando al gobierno para que diseñe su propio plan económico.
La cuestión de los gastos provinciales iba a ser debatida en profundidad durante la tarde. Loser, junto a Tomás Raichmann y John Thorton, tenía previsto reunirse con los mandatarios provinciales a esas horas, pero sólo concurrieron tres de ellos. En el Ministerio del Interior intentaron disimular el faltazo señalando que “se prefirió tener un encuentro reducido”, al que sólo asistieron los gobernadores de Salta, Mendoza y San Luis.
El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Paul O’Neill, instó ayer a que Argentina trabaje en un plan que la devuelva a un camino de crecimiento, y que aún no hay decisión sobre un potencial paquete de ayuda. Agregó que la situación del país es extremadamente delicada, por lo que prefería evitar decir nada que pudiera ser malinterpretado.