ECONOMíA
Baja el desempleo sólo por los planes Jefas y Jefes
Por Raúl Dellatorre
El Plan Jefas y Jefes de Hogar fue protagonista central de la primera reducción importante de la tasa de desempleo en varios años en Argentina. La desocupación, según el dato suministrado por el Indec, se ubicó en octubre en el 17,8 por ciento de la población activa, sensiblemente por debajo del 21,5 por ciento alcanzado en mayo pasado e, incluso, con una leve mejora respecto del 18,3 que registrara en octubre del 2001. Pero el mismo informe del organismo oficial da cuenta de que si aquellos “ocupados” que tienen por trabajo principal un Plan Jefas/Jefes fueran considerados como “desocupados”, la tasa de desempleo hubiera saltado al 23,6 por ciento. Es decir que no fue el “veranito económico”, el “proceso de recuperación en algunos sectores” ni “mejores expectativas por la liberación de fondos acorralados” lo que incorporó desocupados y nuevos trabajadores a la actividad, sino los precarios planes de empleo a cambio de 150 lecops.
Los datos del Indec contrastan con el varias veces reiterado argumento oficial –incluso repetido ayer por la mañana por el secretario de Política Económica– de que la mitad de la recuperación del empleo obedecía a la mejora en el nivel de actividad. “Se están dando dos fenómenos” que contribuyen a la baja del desempleo, señaló ayer Oscar Tangelson. “Por una parte, naturalmente, la inclusión de las personas beneficiarias del Plan de Jefas y Jefes disminuye esa tasa”, apuntó. Pero inmediatamente agregó que “también se advierte en algunos sectores como textil, metalmecánica y economías regionales que hay segmentos de la producción que experimentaron un proceso de recuperación de la ocupación”, afirmando que “la mitad de la recuperación corresponde a cada uno de esos factores”.
Sin embargo, tal como se mencionó más arriba, mientras la tasa de desocupación descendió en 3,7 puntos, los planes Jefas y Jefes representarían 5,8 puntos menos de desempleo. Es decir, no la mitad sino una vez y media la baja en la tasa de desempleo. En cantidad de personas, los desocupados en los conglomerados urbanos encuestados (31 en total) pasaron de 2,1 millones en mayo a 1,8 millones en octubre, pero de no haber sido por las actividades generadas en los planes Jefas/Jefes, los desempleados hubieran sumado casi 2,4 millones de seres. Proyectados a los residentes urbanos en todo el país, la cantidad de desocupados es superior a las 2,5 millones de personas, incluso con el beneficio de contar con 618 mil ocupados a través de planes de empleo oficiales (583 mil por Plan Jefas/Jefes y 35 mil por otros).
Otra de las consecuencias de la aplicación generalizada de los planes de empleo oficiales fue emparejar la tasa de desempleo a lo largo de todo el país, al destinarse con mayor intensidad a aquellas jurisdicciones con tasas elevadas de desocupación. Así, pudo observarse que entre los 31 conglomerados urbanos relevados, en ningún caso la tasa de desempleo superó el 20,5 por ciento, magnitud que se reitera en Gran Catamarca, Jujuy-Palpalá y San NIcolás-Villa Constitución.
El área metropolitana del Gran Buenos Aires exhibe en su conjunto una tasa de desocupación del 18,8 por ciento y de subocupación del 20 por ciento. Pero medidos por separado, en la Capital Federal el desempleo llega al 13,5 por ciento mientras que en los partidos del conurbano sube al 21 por ciento. Igual disparidad se observa en las tasas de subempleo, ya que en la ciudad de Buenos Aires es del 14,2 mientras que en los distritos que la rodean se eleva a 22,6.
El peso de los planes de empleo oficiales sobre el mercado laboral también puede observarse desde otro enfoque. En mayo de este año, había 181 mil ocupados por planes de empleo; en octubre, dicha cifra ascendió a 618 mil, representando el 7,4 por ciento del total de ocupados, una proporción que triplica a la vigente en mayo de este mismo año. Formosa es la provincia que refleja la más alta tasa de ocupados gracias a los planesoficiales: 23 por ciento. En esta provincia, la tasa de desempleo es una de las más bajas del país: 9,2 por ciento.
La subocupación, en tanto, aumentó en la última medición (a 19,9 por ciento de la población activa) tanto respecto de mayo último (cuando era del 18,6) como en relación a octubre del año pasado (16,3). Es decir que casi una cuarta parte de quienes tienen empleo trabajan menos horas de las que desearían.
Artemio López, titular de la Consultora Equis, sugirió ayer no olvidar “que estamos frente a una caída del salario real de más de 30 por ciento y en algunos sectores de más, por lo tanto hay más búsqueda de empleo por parte de miembros secundarios del hogar y eso hace que la población económicamente activa aumente”. Efectivamente, la tasa de actividad fue en octubre once décimas superior a la de mayo (42,9 contra 41,8), lo que representa 352 mil personas más en el mercado laboral. En tanto, la mayoría de los nuevos empleos –ya sea para personas antes desocupadas o para nuevos trabajadores– son, en general, muy mal remunerados, como es el caso de los planes Jefas y Jefes de Hogar, con lo cual se reduce más el salario promedio de los que tienen trabajo. A criterio de Artemio López, esta situación explica que, a pesar de que baje el desempleo, aumente la pobreza y la indigencia. “La gente busca más trabajo, y con desesperación, cuando la situación de crisis de los ingresos es muy profunda”, subrayó.