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Los activos financieros que los inversores más habían elegido como refugio frente a la crisis internacional también cayeron durante septiembre. El precio del oro retrocedió un 11,5 por ciento en el mes, tras haber alcanzado en agosto una suba de 12,2 por ciento. También sufrieron significativos recortes las cotizaciones del petróleo WTI, que perdió el 10,8 por ciento, al igual que el precio de los granos, que ayer cedieron un 4 por ciento.

La leve suba de ayer, de 0,3 por ciento, no le alcanzó al oro para evitar cerrar en baja. El metal precioso se había convertido en el año en el activo por excelencia para resguardarse de la turbulencia bursátil mundial. Sin embargo, su fuerte ritmo de apreciación incrementó los temores de que se estuviese formando una burbuja en torno de su valor. La ola de ventas se hizo sentir y el precio se desplomó del techo de 1800 dólares la onza con que finalizó agosto a 1620 dólares ayer en el mercado londinense.

Los commodities alimentarios sufrieron la incertidumbre acerca de una nueva recesión mundial. Los granos, en especial la soja, tuvieron un pésimo desempeño en el Mercado de Chicago, tendencia que se trasladó a los negocios locales. En el Mercado a Término de Buenos Aires, la oleaginosa perdió ayer 4 por ciento, a 288,5 dólares la tonelada, con lo que acumuló una caída de 13,5 por ciento en el mes y de 18,7 en el año.

El petróleo también fue arrastrado por temores a una caída en la actividad económica mundial. En la última sesión de la semana en la Bolsa de Nueva York, los contratos de futuros del petróleo de Texas (WTI) para entrega en noviembre se pactaron en 79,85 dólares el barril, un 3,6 por ciento por debajo de la rueda previa. En el tercer trimestre registra una caída de 16,9 por ciento.