Con el 8N en el horizonte, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner envió un claro mensaje a la oposición, a la que acusó de utilizar un doble discurso a la hora de exponer sus proyectos políticos. “Digo lo que pienso y me gustaría que los dirigentes políticos de la Argentina también lo digan. Lo importante es que no se disfracen las verdades”, señaló la Presidenta ayer por la tarde desde el salón de las Mujeres del Bicentenario, en Casa Rosada. “Volvimos a poner el centro en la política, no en lo partidario. Por eso es importante que cada uno diga lo que piensa y lo que quiere para el país; pero que nadie pretenda que sea contradictoria con las mismas políticas que defiendo desde siempre”, agregó. CFK encabezó un acto en el que entregó distinciones a estudiantes secundarios por juegos de animación y también los premios Sadosky a las innovaciones tecnológicas, y, a dos días del cacerolazo convocado para protestar contra las políticas del Gobierno, al que ha adherido todo el antikirchnerismo, les pidió a los dirigentes opositores que transparenten sus banderas. “Si no te gusta el gobierno por los derechos humanos, decilo. O porque los que antes eran pobres vos podías contratarlos por dos mangos, decilo –agregó la Presidenta–. No disfracemos nuestras verdades y digamos lo que pensamos todos y la gente va a elegir sin temor a equivocarse.” Luego insistió en que hay dirigentes que esconden lo que piensan buscando ganar elecciones.