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La dirigencia sindical no dejó pasar por alto el comentario que el presidente Eduardo Duhalde hizo ayer sobre la posibilidad de que el Gobierno no tenga el mes próximo los recursos suficientes para abonar completos los salarios del sector público. “Asumió la opción de gobernar en favor del FMI y los grandes grupos económicos”, lo criticó la Central de Trabajadores Argentinos (CTA). El titular de la CGT oficial, Rodolfo Daer, agitó uno de los fantasmas que por estos días preocupa en la Casa Rosada: “Si no pagan los sueldos, va a haber un gran estallido”. Daer reclamó, además, la aplicación de retenciones a las exportaciones para “monetizar” la economía y así garantizar el pago de los salarios.
“Rechazo cualquier tipo de posibilidad de que no se abonen los salarios”, señaló Daer en respuesta a las declaraciones de Duhalde, a quien hace apenas una semana calificó en un reportaje en este mismo diario como “un valiente”. “Tiene la convicción de refundar la Argentina”, sostuvo en esa misma entrevista y aseguró que “lo vamos a apoyar”.
Pero Daer no se quedó en el mero rechazo a la posibilidad de que no se pague la totalidad de los haberes de los estatales, sino que fue más allá y realizó un pronóstico que estremece a los funcionarios del Gobierno. “Es imprevisible lo que puede pasar. Tienen que garantizar los salarios a lo largo y a lo ancho del país. Si no, va a haber un gran estallido”, porque “si no paga la Nación, no pagan las provincias y no pagan los municipios”. El titular de la CGT oficial hizo la advertencia al salir de la ceremonia de firma del “Acta de Compromiso Sectorial de Salud” en el marco de la mesa de diálogo social que coordina la Iglesia. Después entró en el terreno de la economía y explicó que “lo que tiene que hacer el Gobierno es reinstalar los reembolsos de las exportaciones, con eso monetizar y garantizar los salarios” de los trabajadores públicos y los jubilados. “No se puede ceder frente a los exportadores, es necesario que en forma terminante y urgente, a todos los commodities se les apliquen retenciones”, insistió Daer en referencia a las empresas que exportan materias primas, como las petroleras y las cerealeras. También demandó al Gobierno la implementación de “un mecanismo para discutir la inflación y que existan políticas de ingresos”.
En tono de crítica al rumbo encarado por el Gobierno, el sindicalista afirmó que “he señalado y lo reitero, que las medidas económicas hasta ahora vienen beneficiando a los grandes grupos económicos”. Como ejemplo, indicó que a pesar de que “se les pesificó la deuda porque había que defender a las empresas” después “no se les exigió una contrapartida, basada en que no tiene que haber rebajas de salarios ni despidos”.
El jefe de la CGT oficial defendió los reclamos de “los piqueteros y los sectores medios de la sociedad” a los que consideró “justos”. De los ahorristas, a quienes no hace mucho calificaba como “pequeño burgueses”, Daer reconoció que “piden que se les devuelvan sus ahorros, que es el esfuerzo de toda la vida”. Acerca de los piqueteros dijo que “reclaman comida más allá de las diferencias entre ellos”. Y sobre los propios sindicalistas afirmó que “nosotros reclamamos trabajo y que no existan rebajas de salarios y que se garanticen los salarios a todos los compañeros públicos”.
La CTA no escatimó críticas al Gobierno en un comunicado que emitió a propósito de “los anuncios de Duhalde sobre la imposibilidad de garantizar el pago de los salarios estatales”. El texto, firmado por el secretario de Organización, Edgardo Depetri, apuntó que “la devaluación, la licuación de pasivos a las grandes empresas, la indexación a los pequeños deudores, a los alquileres y a los precios de la canasta familiar realizado por el Gobierno nacional golpean duramente al pueblo y benefician a los grandes grupos concentrados”.
La central sindical conducida por Víctor De Gennaro ratificó que el próximo miércoles, junto a otras organizaciones sociales y políticas, se movilizarán hacia el Congreso para rechazar el Presupuesto 2002 enviado por el Ejecutivo al Parlamento.